Público
Público

La crisis y la Constitución protagonizan el discurso del Rey

Reuters

La crisis económica y el trigésimo aniversario de la Constitución marcaron el discurso de Navidad del rey Juan Carlos, en el que hubo además referencias a la lucha contra el terrorismo.

El monarca, que como cada año felicitó a los españoles la Navidad en una intervención televisiva el miércoles por la noche, mostró su confianza en que el país, cuya economía ha entrado en recesión por primera vez en quince años, superará la crisis "con inteligencia y tesón".

"Se trata de volver, tan pronto como sea posible, a la senda del crecimiento económico y de la creación de empleo; de abrir una perspectiva de pronta recuperación y un horizonte de adecuada seguridad a nuestros operadores económicos, trabajadores y consumidores", dijo el monarca.

El Rey, que cumple el 5 de enero 71 años, apeló a unir esfuerzos nacionales, europeos e internacionales para adoptar medidas encaminadas a recuperar la confianza y respaldar la actividad productiva de un modo que redunde en beneficio de los ciudadanos.

"Juntos podremos vencer problemas y dificultades, si actuamos con realismo, rigor, ética y mucho esfuerzo, anteponiendo siempre el interés general sobre el particular, buscando acuerdos y soluciones con generosidad, responsabilidad y amplitud de miras", dijo, abogando además por reforzar la transparencia del sector financiero en un mundo globalizado.

Para el jefe de Estado no hay "receta mágicas", por lo que para volver a crecer "necesitamos más eficiencia y competitividad, más innovación tecnológica y elevar la educación y preparación de nuestros jóvenes".

Además, para el Rey, la crisis económica internacional ha demostrado la necesidad de saber gestionar los intereses del país en el mundo, y en ese sentido pidió una acción exterior consensuada, principalmente en Europa, para preparar la presidencia española de la Unión Europea en 2010.

CONSTITUCIÓN, SINÓNIMO DE PROGRESO

La intervención comenzó con una referencia a la Constitución, cuyos 30 años de vida han coincidido con "el mayor progreso y modernización en nuestra Historia".

"Sus reglas, valores y principios, son hoy nuestra principal fuente de fortaleza como nación moderna, unida, solidaria y diversa, pues a todos nos guían y amparan para seguir avanzando en paz hacia nuevas metas", dijo el Rey.

Como en anteriores ocasiones, el monarca tuvo un recuerdo para las víctimas del terrorismo, una lacra para cuyo fin, dijo, se requiere de la unidad de los demócratas, la aplicación de los instrumentos del Estado de Derecho y una eficaz cooperación internacional.

En este sentido, felicitó a las policías francesa y española, cuya colaboración permitió este año desarticular la cúpula de ETA.

"Estoy convencido de que, con unidad, voluntad y determinación, el final del terrorismo estará cada vez más cerca", dijo.

El Rey tuvo también palabras de recuerdo para los militares que este año murieron en misiones en el exterior, y se refirió a problemas sociales como la discapacidad, la drogadicción, la violencia de género o los accidentes de tráfico.

El tradicional discurso concluyó con un tono positivo y satisfacción por los logros conseguidos, citando los abundantes triunfos deportivos en 2008.

"No es tiempo para el desánimo. Hemos logrado salir adelante con fuerza de otros periodos complejos y reemprender el camino aún con mayor dinamismo".

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias