Este artículo se publicó hace 15 años.
Cristiano Ronaldo vuelve a jugar 56 días después de lesionarse
Cristiano Ronaldo, que jugó 29 minutos del encuentro ante el Zúrich, volvió a sentirse futbolista 56 días después de lesionarse el tobillo en el partido de Liga de Campeones que disputó con el Real Madrid ante el Olimpique de Marsella el pasado 30 de septiembre.
Antes de la dura entrada del senegalés Souleymane Diawara, el futbolista portugués se había alzado como uno de los mayores valores del Real Madrid. El luso marcó de forma consecutiva ante Deportivo de La Coruña, Espanyol, Zúrich (2), Xerez y Villarreal. El día de su lesión hizo dos dianas al Olympique de Marsella, convirtiéndose en el máximo goleador de la Liga de Campeones.
Desde entonces, el Real Madrid ha sobrevivido pese a notar la electrizante presencia de Cristiano Ronaldo. Sólo la mancha del Alcorcón en Copa del Rey y las dudas en el juego madridista,se alzaron como puntos negativos durante su ausencia. Por eso, cuando saltó a calentar en el minuto 51, se llevó una estruendosa ovación del estadio Santiago Bernabéu.
Sin embargo, ésta fue empañada por los cánticos de la afición suiza del Zúrich desplazada hasta Madrid para animar a su equipo. Desde el fondo norte, y de la misma manera que en el partido de ida, los hinchas helvéticos se acordaron de la madre de Cristiano Ronaldo en un perfecto castellano.
Su salida al campo, en el minuto 61 en sustitución de Raúl González, hizo rugir de nuevo al estadio madridista, que de nuevo fue contestado con los cánticos insultantes suizos.
La presencia del portugués sobre el césped no trajo nuevos aires a su equipo, que comenzó la segunda parte aletargado pese a ganar por 1-0 y a contar con más espacios, ya que el Zúrich adelantó sus líneas con el objetivo de intentar empatar el choque.
Durante su estancia sobre el césped, su aportación se resumió con doce participaciones, durante las que dio seis taconazos, hizo dos bicicletas e intentó dar un pase de rabona. Además, disparó sin suerte a portería en dos ocasiones. En una, rebotó en un defensa. En la otra, mando la pelota fuera. Tuvo una tercera en la que casi marca, pero el portero Leoni sacó una mano muy acertada.
Al final, las florituras de Cristiano no sirvieron para demasiado. Por lo menos, el portugués cogió confianza para el clásico ante el Barcelona del próximo domingo. Su equipo, el Real Madrid, no ofreció una buena imagen ante el Zúrich, pero por lo menos recuperó para la causa a su jugador franquicia.
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