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Cuba pide que se elimine la posición común de la UE hacia su régimen

EFE

El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, afirmó hoy que la posición común de la Unión Europea (UE) sobre su país, adoptada en 1996, es "inaceptable como base para la relación" entre ambas partes, por lo que reclamó que sea eliminada.

Pérez Roque consideró que la posición común de la UE hacia Cuba es "inaceptable por su carácter unilateral", porque supone una injerencia en la política interna cubana y porque "refleja una visión prejuiciada y manipulada sobre la sociedad cubana".

Un día después de haber mantenido el primer encuentro a nivel ministerial en cinco años con representantes europeos, el jefe de la diplomacia cubana se mostró satisfecho por la recuperación del diálogo, pero indicó que debe haber "respeto" a la independencia de ambas partes.

"Una vez eliminadas las sanciones a Cuba y abierto el camino del diálogo respetuoso, es preciso cambiar la posición común y crear un nuevo marco bilateral comúnmente aceptado para regular las relaciones de la UE con Cuba, en calidad de iguales y basado en el respeto mutuo", afirmó Pérez Roque en una rueda de prensa en París.

Adoptada en 1996 por impulso del Gobierno español presidido por José María Aznar, la posición común de la UE sobre Cuba vincula la cooperación comunitaria al respeto de los derechos humanos, las libertades políticas, la reforma de la legislación cubana y una apertura económica.

El texto señala que la UE tiene como objetivo en sus relaciones con Cuba "impulsar el proceso de transición a una democracia pluralista, el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales y una recuperación sostenida, acompañada de una mejora de los niveles de vida del pueblo cubano".

Más allá de su crítica a esa posición europea, Pérez Roque se mostró satisfecho con los resultados de la reunión de anoche con el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, cuyo país preside la UE, con el comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, y con el jefe de la diplomacia checa, Karel Schwarzenberg, que tomará el relevo de Francia al frente de la UE en enero próximo.

Hubo un diálogo "franco, abierto y respetuoso" que supuso "un primer paso positivo y que supone un aporte sustancial a la normalización de las relaciones entre Cuba y la UE", aseguró el canciller cubano.

Precisó que "hay que seguir trabajando", auguró nuevas reuniones con representantes comunitarios y se felicitó de la visita del comisario Michel la semana próxima a la isla para firmar el restablecimiento de la cooperación entre La Habana y la Comisión Europea.

Pérez Roque destacó que en el encuentro hubo respeto por ambas partes.

"Lo importante del diálogo de ayer es que ambas partes coincidieron en que no se pretende dar lecciones a la otra parte. Dialogamos", añadió, a partir del "respeto, a la diversidad, al reconocimiento de cada país a seguir su propio camino, a ejercer el derecho de libre determinación", afirmó.

El canciller indicó que Cuba no hará concesiones en asuntos que "son potestad de su soberanía nacional" al tiempo que se comprometió a que su país no se injiera en los asuntos de la UE.

"No hubo exigencias a Cuba, no las aceptaríamos, pero nosotros tampoco las hicimos", dijo.

El ministro cubano aseguró que la mejora de las relaciones políticas con la UE "debe favorecer las condiciones para que las empresas europeas y cubanas trabajen conjuntamente", lo que tendrá repercusiones económicas positivas en ambas partes.

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