El II Congreso Iberoamericano de Cultura comenzó anoche en la ciudad brasileña de Sao Paulo poniendo sobre la mesa a la cultura como el gran valor que une a los países de la región y como una palanca para transformar sus sociedades.

El titular de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias; la ministra de Cultura de España, Ángeles González-Sinde, y su homólogo brasileño, Juca Ferreira, coincidieron en la apertura del congreso en destacar la cultura común como la clave de unión entre los iberoamericanos.

En su discurso, Iglesias destacó que Iberoamérica si bien "no está todavía en la franja de países desarrollados, en las áreas culturales no es subdesarrollada" gracias a que dispone de "una enorme dinámica".

"La cultura es un elemento que contribuye a la transformación social. Estoy seguro de que este congreso va a ser una contribución para entender en qué forma la cultura es un elemento importante", manifestó Iglesias.

Además, destacó la Carta Cultural Iberoamericana como el "primer instrumento potenciado por la Organización de Estados Iberoamericanos" y dijo de ella que "dio por primera vez a toda la región una carta de navegación que permite saber la importancia de la cultura en el mundo".

Iglesias también llamó a los Gobiernos de la región a "seguir políticas públicas creativas" en el área cultural que sirvan para obtener "elementos que busquen aumentar la cohesión social".

El II Congreso Iberoamericano de Cultura tendrá la "transformación social" como el eje fundamental de los debates que se iniciarán mañana y seguirán hasta el próximo viernes en Sao Paulo con la participación de autoridades, artistas y gestores culturales.

A la cita en la mayor ciudad brasileña asistirán representantes de 22 países de América Latina, España, Portugal y Andorra, además de algunos de África de habla portuguesa invitados por Brasil, el anfitrión.

El ministro brasileño de Cultura destacó en su intervención de esta noche que los países iberoamericanos están "unidos por dos lenguas hermanas y una historia común y comparten una misma mirada del mundo" como alternativa a "las ideas anglocéntricas".

"Juntos somos más fuertes, y somos más fuertes porque estamos imbuidos en una cultura cada vez más relevante en el mundo actual y que festeja la diversidad", dijo Ferreira, quien empezó su intervención con un matiz político al llamar al retorno de la democracia en Honduras y al fin del embargo estadounidense a Cuba.

El ministro dijo, además, que la cultura iberoamericana se "enorgullece de ser igualmente negra, blanca, mestiza" y que, aunque sufrió "el colonialismo y padeció la vergüenza de la esclavitud", es un valor que "va a ser capaz de dar respuestas innovadoras a los desafíos de una historia marcada por la desigualdad".

"Porque tuvimos el coraje de transformarnos, tenemos legitimidad para reclamar la construcción de un nuevo orden internacional", señaló Ferreira.

Por su parte, la ministra española llamó a cambiar el "modelo productivo hacia la inteligencia, en lugar de hacia la depredación del medioambiente".

"El futuro pertenecerá a quienes conozcan mejor su historia, a quienes mejor comprendan su identidad, a quienes mejor detecten y aprovechen las nuevas oportunidades", expresó.

González-Sinde destacó que en el congreso se reúnen "iberoamericanos de todas las edades, de todos los orígenes sociales" y todos en torno a "lo que más los une: la cultura".

Los debates del encuentro se cerrarán pasado mañana, pero la cita en Sao Paulo continuará el sábado con la Reunión de Ministros de Cultura de los Países Iberoamericanos.