Este artículo se publicó hace 14 años.
La Cumbre de Cancún reanuda las negociaciones para abordar las objeciones de Bolivia
La Cumbre del Cambio Climático de Cancún reanudó hoy las negociaciones para abordar las objeciones de Bolivia al borrador de los documentos finales de la reunión, que impiden la adopción de un acuerdo final respaldado por el resto de los países.
"Vamos a hacer lo que hemos dicho: Tener la posibilidad que nos corresponde de que las observaciones que tengamos se negocien y se discutan", dijo a Efe el jefe de la delegación boliviana, Pablo Solón, a la salida del plenario en el que Bolivia fue la única voz disidente.
El resto de los más de 190 países que asisten a la cumbre mexicana respaldan las fórmulas de compromiso presentadas por la Presidencia mexicana tras más de 24 horas de intensas negociaciones.
Todos, menos Bolivia, admitieron que el borrador "no es perfecto y no satisface a todos", pero es un buen punto de partida a completar a lo largo del año, pues deja para Durban (Sudáfrica) dentro de un año la decisión de si se sustituye o no a Kioto por otro acuerdo.
También reconoce que los compromisos voluntarios previos hechos por los países en Copenhague (2009) no son suficientes para combatir el cambio climático y recomienda a los países subir el "nivel de ambición" y reiteran el compromiso de crear un Fondo Verde dotado con 100.000 millones de dólares en 2020, que de ser aprobado estará temporalmente gestionado por el Banco Mundial (BM).
Otro de los puntos más destacados por los países es que los compromisos de reducción de emisiones contaminantes que tras la cita danesa enviaron a la ONU, incluye a ese organismo multilateral.
Solón restó importancia a que ningún otro país, ni siquiera los socios tradicionales de Bolivia, como Venezuela, Cuba, Ecuador y Nicaragua, secundara su posición y observó que le recordaba "a la noche de Copenhague", en referencia a la anterior cumbre que concluyó en un fiasco.
En una posterior reunión con el grupo de trabajo sobre Protocolo de Kioto, el representante boliviano subrayó que su delegación "ya dijo que no había consenso para martillar esta decisión... Bolivia no acompaña este documento".
Ante la necesidad de adoptar los textos por unanimidad, la presidenta de la cumbre, Patricia Espinosa, accedió a la petición de Venezuela y otros países de que se reanuden las reuniones de los dos grupos de trabajo de la conferencia para escuchar las críticas bolivianas a los borradores.
Pese a la posición boliviana, la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, expresó su satisfacción por el consenso alcanzado en Cancún tras el revés que supuso la cumbre de Copenhague.
"Estamos contentos con este resultado, sabemos que queríamos más, pero así son las negociaciones políticas", dijo Hedegaard a la salida del plenario.
Fuentes diplomáticas explicaron a Efe que en caso de que Bolivia mantenga su oposición al acuerdo alcanzado por el resto de los países, se estudia si se empleará una fórmula jurídica contemplada en los reglamentos de este foro de Naciones Unidas que permite aprobar medidas por consenso de la mayoría, en lugar de unanimidad.
De todas formas, esas mismas fuentes indicaron que los negociadores tratarán de resolver las objeciones del Gobierno de La Paz para evitar manchar el resultado de la cumbre.
Oxfam señaló en un comunicado que "coincide plenamente" con el llamamiento de Bolivia a un nivel de recorte de emisiones más ambicioso y un compromiso claro con la continuación del Protocolo de Kioto.
En consecuencia, pidió particularmente a EEUU, Japón y Rusia que "analicen en lo que pueden comprometerse" para satisfacer las observaciones de la delegación boliviana.
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