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La cumbre iberoamericana, bajo la sombra de la crisis financiera

Reuters

Por Armando Tovar

Presidentes y jefes de Estado de Latinoamérica, España y Portugal, inauguran el miércoles una nueva Cumbre Iberoamericana que estará marcada por la crisis financiera global y la ausencia del presidente venezolano, Hugo Chávez.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprovechará la reunión, que comienza el miércoles por la noche y se extenderá hasta el viernes, para defender el establecimiento de controles que eviten otra crisis como la actual.

Lula sólo asistirá a las sesiones del jueves y partirá hacia Cuba para entrevistarse con el presidente Raúl Castro y eventualmente con el convaleciente líder Fidel Castro.

El presidente brasileño hablará sobre "la necesidad de adopción de mecanismos y controles que impidan que ocurran nuevas crisis y que eviten que la especulación financiera afecte la economía real", dijo esta semana el portavoz presidencial, Marcelo Baumbach.

El gran ausente a la XVIII Cumbre, concebida inicialmente para buscar respuestas a los graves problemas de pobreza y exclusión que sufren millones de jóvenes de la región, será Chávez. El presidente venezolano, ácido crítico de Washington, canceló su participación hace unos días bajo el argumento de que su seguridad no estaba garantizada.

En cambio, estarán presentes varios de sus aliados en la región como el presidente de Bolivia, Evo Morales, el de Ecuador, Rafael Correa, y el de Nicaragua, Daniel Ortega.

ESPAÑA BUSCA MÁS FOROS

Un habitual protagonista de este tipo de reuniones, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llegará a San Salvador en momentos en que su país pugna por participar en una cumbre internacional que Estados Unidos está preparando para tratar la crisis.

España no fue invitada a la cumbre del Grupo de los 20 (G20), que tendrá lugar en Washington el 15 de noviembre y reúne a países pobres como Paraguay o Guatemala pero está liderado por economías pujantes como China, Brasil, India, México y Sudáfrica.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dijo en rueda de prensa que la crisis será tema central de la reunión y que los países buscan que "se pueda suscribir al final de la cumbre un posicionamiento de la comunidad iberoamericana de la crisis internacional financiera".

Eduardo Bueno, investigador de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Iberoamericana de México, opinó que sería importante para la región la inclusión de España en el G20 por la fuerte presencia que tienen los grandes grupos financieros como BBVA y Santander en Latinoamérica.

El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, asistirá a la reunión mientras promociona a su país como "la esquina más segura" de Sudamérica, en un intento por seducir a los inversores internacionales, aunque el Gobierno estudia un plan preventivo para que la banca aumente sus reservas.

También está confirmada la presencia del mexicano Felipe Calderón, quien ha anunciado una serie de medidas para lidiar con los efectos de la desaceleración de la economía de Estados Unidos, su principal socio comercial.

Estas incluyen esquemas para garantizar la liquidez de los mercados y apuntalar a la moneda local.

"Esta cumbre va a quedar marcada por la crisis", dijo Napoleón Campos, politólogo mexicano, experto en relaciones internacionales. "Los apremios de la crisis llevan a la tentación de ver una cumbre iberoamericana que lleve a otra serie de compromisos".

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