Este artículo se publicó hace 16 años.
La dama del crimen P.D.James reflexiona sobre el mundo en su autobiografía
La autora británica P.D. James, una de las maestras de la novela policiaca del siglo XX, reflexiona sobre el mundo en su autobiografía "La hora de la verdad (Un año de mi vida)".
Phyllis Dorothy James (Oxford, 1920), que recibirá el Premio Carvalho en el marco de BCNegra, el Encuentro Internacional de Novela Negra de Barcelona, recuerda su infancia durante la posguerra, la enfermedad mental de su esposo, su trabajo en el Departamento de Policía del Ministerio del Interior o los duros años de la II Guerra Mundial.
El libro, publicado por Bruguera y escrito en forma de diario, comienza el 3 de agosto de 1997, el día en que cumple 77 años, y finaliza un año después, el 3 de agosto de 1998.
"Volver la vista atrás en la vida de uno implica someterse a los caprichos de la memoria", que es "una estratagema para olvidar tanto como para recordar" porque redescubre, reinventa y reorganiza, según la escritora, quien estima que "toda autobiografía es una obra de ficción y toda obra de ficción es una autobiografía".
En la obra, revela con sinceridad su visión sobre la polémica muerte de Diana de Gales y, aunque es una reconocida conservadora, amiga del ex primer ministro, John Major, se muestra crítica con el fenómeno de la globalización o la primacía de las marcas sobre la auténtica calidad.
Con una mirada nostálgica sobre el pasado, refleja sus opiniones sobre la caza del zorro y constata la importancia de los avances tecnológicos.
"La hora de la verdad (Un año de mi vida)" es también un manual de literatura donde P.D.James invita a la meditación con frases como: "la creatividad es un conflicto interno resuelto con éxito".
Traza una sólida teoría sobre la historia de la novela, apoyada en el conocimiento de la técnica, en una selección de lecturas y en el análisis de las miserias y virtudes del corazón humano, "el mayor de los misterios, que preocupa a todos los buenos novelistas".
Muestra su admiración por la obra literaria de una novelista clásica victoriana como Jane Austen, los renovadores Virginia Woolf o Henry James, maestros del siglo XIX como Thomas Hardy o Leon Tolstoi y un autor más joven que ella como Ian McEwan.
Hace referencia a la controvertida figura del crítico literario y fija un perfil preciso sobre la actitud que debe mantener, al tiempo que alude al mundo editorial, "lleno de ambiciosos editores y codiciosas agentes".
Expone el mejor método para crear un héroe y enseña cómo construyó a su personaje más famoso, el policía Adam Dalgliesh, que apareció en su primera obra "Cubridle el rostro" (1963).
Revela su forma de trabajo, desde el modo en que elige los títulos de sus novelas hasta detalles más prácticos, como que escribe a mano y después dicta a su secretaria, que graba los textos en el ordenador.
En estas memorias, también subraya la importancia del trabajo en la edad madura y de la posibilidad de seguir siendo útil, tanto a la sociedad como a uno mismo, tras la edad de jubilación.
La edición británica de la autobiografía, que apareció en 1999, pronto se convirtió en un "best-seller", según la lista del New York Times.
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