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Dañan la puerta del Monasterio de las Descalzas Reales con líquido inflamable

EFE

El Monasterio de las Descalzas Reales amaneció hoy sobresaltado tras el acto vandálico que protagonizó un individuo al lanzar un líquido inflamable contra la puerta de madera de la capilla, que resultó parcialmente quemada.

Según han explicado a Efe fuentes de Patrimonio Nacional, sobre las cinco de la madrugada "un hombre arrojó un líquido inflamable" a la puerta de la capilla del convento, "causando daños en la parte exterior, que resultó parcialmente quemada, y ennegreciendo el techo del vestíbulo por el hollín". "Nos alegramos de que todo quedara en un susto. Las alarmas saltaron a las cinco de la madrugada y el servicio de seguridad del cercano Palacio Real llegaron en ocho minutos", precisaron las mismas fuentes, que expresaron su "alegría" porque "todo quedara en el susto".

Una dotación de bomberos apagó el fuego, mientras que agentes de la Policía Municipal se han encargado de hacer el atestado y de recabar datos para identificar y localizar al autor o autores del acto vandálico.

"No oímos nada, sólo nos hemos dado cuenta de que olía a humo cuando nos hemos levantado a la seis y media", ha explicado a Efe Ana María, una de las 21 religiosas que viven en el monasterio, enclavado en las proximidades de la céntrica calle de Preciados.

"La puerta ha quedado algo estropeada, pero es lo menos que ha podido pasar", ha añadido Ana María.

El Monasterio de las Descalzas Reales ocupa el antiguo palacio donde residieron Carlos I e Isabel de Portugal y donde nació, en 1535, su hija doña Juana.

Esta, ya viuda del príncipe de Portugal, fundó en 1557 este convento de monjas franciscanas descalzas.

En la clausura se conserva la estructura y muchos elementos decorativos del palacio plateresco.

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