Daniel Lostao, del Movimiento Scout Católico, será elegido hoy nuevo presidente del Consejo de la Juventud de España en sustitución de Mario Esteban, que acaba su mandato con la satisfacción de haber dado "un paso importante" en la mejora de la funcionalidad de la juventud española.

El CJE celebra su XVI Asamblea General este fin de semana en Mérida, donde elegirá a su nueva comisión permanente para los próximos dos años -a la que sólo se ha presentado la candidatura de Lostao- y trazará las principales líneas de trabajo.

Momentos antes de proceder a la inauguración del encuentro, Esteban ha hecho un balance positivo de sus cuatro años en el Consejo -dos como responsable de Finanzas y otros dos como presidente- porque ha sido "una etapa muy ilusionante en mi vida".

En declaraciones a la prensa, ha ensalzado el "gran" trabajo realizado, porque "hemos dado un paso importante en la mejora de la funcionalidad de la juventud de España", y ha deseado a su sucesor el mayor respaldo de los delegados congregados hoy en Mérida, ya que "un fuerte apoyo de las entidades facilita mucho el trabajo y la gestión".

Como retos futuros, ha mencionado un proyecto de implantación de nuevas tecnologías a través de un centro "pionero" en el país y la aprobación de la Ley del Consejo de la Juventud.

Esteban ha defendido además la participación de las organizaciones políticas juveniles en el CJE con voz y voto, en contra de los propuesto ayer por Nuevas Generaciones, ya que, según ha argumentado, "los jóvenes no solamente tenemos que hablar de asociacionismo, venimos aquí a hacer política".

"Creo que este es un espacio donde entramos todos y todas y en igualdad de condiciones", ha aseverado, al tiempo que ha calificado de "ridiculez" la propuesta de los jóvenes populares.

Al acto inaugural de la XVI Asamblea General ha asistido también el secretario general de UGT, Cándido Méndez, que ha destacado el trabajo del CJE por ser de gran utilidad para las organizaciones sindicales, así como su labor para poner en valor la formación profesional.

Se ha referido también a los principales problemas que sufren los jóvenes en el mercado laboral y, en concreto, ha insistido en la necesidad de alcanzar una igualdad real entre hombres y mujeres en este colectivo.

Según ha dicho, las jóvenes están cobrando, por el mismo trabajo, un 17 por ciento menos que los jóvenes, que a su vez perciben un salario inferior que los adultos.

La precariedad laboral se agudiza también en la joven trabajadora, con unos niveles "muy superiores" a los de sus compañeros y a los del conjunto de mujeres trabajadoras, siendo particularmente alta en las administraciones públicas, con un 73 por ciento, según datos de Méndez.