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David Cameron comienza a trabajar en alianza con los liberaldemócratas

EFE

Al día siguiente de su nombramiento como primer jefe de Gobierno conservador británico tras trece años de laborismo, David Cameron comienza este miércoles su difícil tarea de gobernar al frente de una coalición con los liberaldemócratas.

Cameron, de 43 años, que tendrá como segundo al líder liberaldemócrata, Nick Clegg, se comprometió ayer a dejar de lado sus diferencias programáticas con sus aliados e instó a éstos a hacer lo mismo para enfrentar juntos los difíciles retos sociales, económicos y políticos que tienen por delante.

Se trata de la primera vez que "tories" y liberaldemócratas, dos partidos muy alejados ideológicamente, sellan un pacto de gobierno en el Reino Unido, que se hizo necesario al no haber alcanzado los "tories" la mayoría absoluta de escaños en las elecciones del pasado jueves.

Cameron ha hecho ya los primeros nombramientos de su gabinete, y así, según se ha sabido, el sucesor de Alistair Darling al frente del Tesoro será George Osborne, con sus 38 años el más joven titular de ese departamento en más de un siglo.

Políticos por el contrario veteranos en el Partido Tory son el nuevo ministro de Exteriores, William Hague, el de Defensa, Liam Fox, y el de Sanidad, Andrew Lansley.

Según la BBC, el jefe de gabinete de Clegg, Danny Alexander, que formó parte del comité encargado de las negociaciones con los "tories", será el ministro para Escocia.

El portavoz de Finanzas de los liberales, Vince Cable, un político que durante la campaña electoral criticó duramente la codicia de muchos banqueros, se encargará de las relaciones con la empresa y la banca.

Han trascendido hasta ahora algunos detalles del programa de gobierno, y así se acelerarán los esfuerzos para reducir cuanto antes el déficit presupuestario con un plan de reducción del gasto en 6.000 millones de libras (7.080 millones de euros) este mismo año, plan de los "tories" a que se oponían tanto liberaldemócratas como laboristas para no poner en peligro la recuperación económica.

Ambos partidos han acordado asimismo establecer períodos de legislatura fijos de cinco años en lugar de dejar la convocatoria de nuevas elecciones a la conveniencia del primer ministro de turno, lo que significa que las próximas elecciones, si no se rompe antes la alianza, serán en 2015.

Los liberaldemócratas han renunciado a sus planes de introducir un impuesto sobre las viviendas valoradas en más de 2 millones de libras (2.36 millones de euros) mientras que los conservadores han abandonado a cambio a su pretensión de elevar el umbral del impuesto sobre la herencia a 1 millón de libras (1.18 millones de euros).

El nuevo Gobierno rescindirá además el plan de aumentar la contribución de empresarios y trabajadores a la seguridad social, uno de los planes del anterior gobierno laborista, muy criticado por los "tories" durante la campaña electoral.

Los dos partidos se han comprometido también a no aceptar ninguna transferencia de competencias de Londres a Bruselas sin consultar a los electores en referéndum.

El Partido Liberaldemócrata, el más europeísta de todos, ha aceptado además que se abstendrá de proponer el ingreso del Reino Unido en la zona del euro en esta legislatura.

Nick Clegg, que había propuesto una amnistía para los inmigrantes ilegales que llevan viviendo más de diez años en este país, ha aceptado igualmente la propuesta "tory" de fijar un tope a la inmigración.

En otra importante concesión a los "tories", los liberaldemócratas no se opondrán ya a la renovación del costoso programa de disuasión nuclear Trident.

Por lo que se refiere a la principal exigencia de los liberaldemócratas, la reforma del sistema electoral mayoritario, que los perjudica claramente, el partido de Clegg sólo ha conseguido arrancarles a los "tories" la promesa de celebrar un referéndum sobre el llamado "voto alternativo", un compromiso entre el actual y el proporcional, al que aspiraban aquéllos.

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