El director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, David Taguas, dijo hoy que las empresas españolas cuentan con una "excelente reputación" en las economías latinoamericanas y que la "conflictividad creciente" de la que se habla tanto últimamente no responde a una realidad histórica.

Así lo dijo Taguas durante la presentación del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre perspectivas económicas de América Latina 2008, en la que destacó la colaboración con las autoridades locales en Iberoamérica y la gestión "responsable y prudente" de los recursos en cada uno de los países de la región.

Taguas señaló que la economía española se encuentra en una situación privilegiada que le permite convertirse en "una plataforma base para hacer una labor de puente" entre las diferentes economías de América Latina.

En su opinión, la actual situación económica de América Latina y el avance que ha tenido la realidad macroeconómica española hacen que se haya aumentado el atractivo de la región para los inversores extranjeros.

Como consecuencia, "todo parece indicar que los flujos de inversión que se han recuperado en los últimos años continúen siendo intensos durante la próxima década", añadió.

Destacó que se ha producido una diversificación tanto geográfica como en la composición de los flujos de capital que recibe la región, que ya no es sólo destino de inversión extranjera directa, sino también de inversión en cartera, tanto en renta fija como variable.

También se refirió a que la zona empieza a ser emisora de inversión extranjera hacia el resto del mundo y dijo que España cumple en América Latina un doble papel, por una parte es uno de los principales inversores y, por otra, es un inversor que "señaliza" y actúa como referencia para los demás inversores y para los mercados.

Recordó que la inversión tiene un componente cíclico en América Latina ya que en los últimos años del siglo pasado creció a un promedio del 4,5 por ciento, pero que los flujos de capital se estabilizaron en los primeros años de este milenio y, a partir de 2002, volvió a crecer de forma notable.

España juega un papel "señalizador", reiteró, porque tiene fuertes lazos de unión basados en vínculos históricos y culturales.