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Una decena de humoristas deja 'El Jueves' tras la retirada de la portada sobre el rey

EFE

Una decena de humoristas ha anunciado que dejará de trabajar para la revista El Jueves después de que la editora RBA optara por retirar una portada en la que se veía al rey colocando a su hijo arrodillado una corona llena de inmundicia y rodeada de moscas, y sustituirla por otra del líder de Podemos, Pablo Iglesias, han informado los dibujantes.

Con el título El rey abdica  la portada retirada, obra del exdirector de El Jueves Manel Fontdevila, evocaba satíricamente el relevo real. En su cuenta de Twitter, Fontdevila ha anunciado que deja la revista, ya que no puede 'mantener una relación con un editor que ha cambiado los términos' acordados.

Otro de los humoristas, Manuel Bartral, ha explicado que deja El Jueves porque la decisión de la retirada de la revista no ha sido externa, sino de la empresa editora, mientras que Bernardo Vergara ha señalado que dicha decisión supone 'un cambio de escenario que sentaba un precedente muy grave'. El también exdirector de la revista Albert Monteys ha indicado, por su parte, que su dimisión se debe a 'la prohibición expresa de RBA de hablar en portada de la Casa Real'.

El grupo RBA ha declinado por el momento hacer ningún comentario sobre el cambio de portada y la situación creada en El Jueves. Por su parte, CCOO y el Sindicat de Periodistes de Catalunya se han solidarizado con los dibujantes de la revista y, en sendos comunicados, han criticado la 'censura impuesta por RBA'.

La revista, que desde su creación en 1977 ha retratado en numerosas ocasiones en tono jocoso a los miembros de la familia real, fue ya retirada por orden judicial de los quioscos en 2007 por una portada en los que aparecía un dibujo de los príncipes de Asturias teniendo relaciones sexuales.

La opinión que los españoles tienen de una familia real muy querida en el pasado se ha deteriorado en los últimos cinco años, especialmente a raíz de la imputación en 2009 del yerno del rey, Iñaki Urdangarin, en un caso de corrupción en el que ha visto también implicada su mujer, Cristina de Borbón. Una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) a los ciudadanos daba a la Corona una nota de 3,72 sobre 10 en mayo, tres meses después de que la segunda hija del monarca declarara ante la justicia por un presunto delito fiscal y de blanqueo de dinero.

Ese desapego de los ciudadanos hacia la monarquía creció abruptamente en 2012, a raíz de un viaje privado de caza de Juan Carlos I a Botsuana mientras España estaba al borde de un rescate financiero y que sólo trascendió porque el monarca se rompió la cadera.

La Corona ha contado durante décadas con un trato amable por parte de periódicos como El País o El Mundo, algo que algunos historiadores consideraban necesario para proteger a la joven y frágil democracia surgida en 1977 después de la muerte de Franco. 'Nunca la prensa española fue crítica con la Casa Real. La complacencia del pasado contribuyó decisivamente al descrédito actual del rey al filtrarse en los últimos años conductas nada ejemplares de la familia real, amparados por esa misma opacidad informativa', dijo a Reuters Juan Antonio Giner, fundador de la consultoría periodística Innovation Media Consulting.

Fue en 2012 cuando, a raíz del incremento de los comentarios sobre la monarquía en las redes sociales, los medios tradicionales, incluido el conservador ABC, empezaron a hablar abiertamente de los viajes y aficiones del rey y de su relación con la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, que estaba con él en Botsuana cuando se accidentó. Pero apenas han aparecido referencias a estos episodios de la vida de Juan Carlos I en los últimos días.

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