Este artículo se publicó hace 15 años.
La declaración final de Puerto España, pendiente del veto de Chávez
La aprobación de la declaración final de la V Cumbre de las Américas, que comienza mañana en Puerto España, está todavía pendiente del veto de Venezuela y otros países por el fuerte respaldo a la Organización de Estados Americanos (OEA).
El borrador de la declaración fue aprobado hace dos semanas por el Grupo de Revisión de la Implementación de la Cumbre (SIRG, por su sigla en inglés), órgano político y de negociación responsable de coordinar la agenda de la reunión, pero Venezuela y Nicaragua siguen rechazando varios artículos, entre ellos el 53 y el 57.
Chávez confirmó hoy en la ciudad venezolana de Cumaná que su país, "junto con otros" que no identificó, vetará el documento final de la V Cumbre de las Américas que se celebra este fin de semana en Puerto España (Trinidad y Tobago).
"Esa declaración Venezuela (la) veta ahora mismo. Nosotros, junto con otros países, decimos que no estamos de acuerdo con esa declaración", dijo Chávez antes de reunirse con los gobernantes de los seis países de la ALBA, más Paraguay y Ecuador, para fijar posiciones comunes de cara a la cita de Puerto España.
"De la Cumbre de las Américas no tenemos grandes expectativas; hay una declaración que es difícil de asimilar", debido a que "está totalmente descolocada en el tiempo y en el espacio, como si el tiempo no hubiera pasado", agregó.
Tanto Venezuela como Nicaragua han manifestado su oposición a un respaldo explícito a la OEA, al considerar que el organismo interamericano ha tenido un papel ambivalente en la defensa de los derechos humanos y de la democracia en el continente.
Además, Chávez ha reiterado que Cuba sea readmitida en la OEA y que Estados Unidos acabe con el embargo económico a Cuba que comenzó en 1962.
"Reafirmamos nuestro compromiso con la defensa, protección y promoción de los derechos humanos, así como con la independencia y la consolidación del Sistema Interamericano de Derechos Humanos", señala el artículo 53 del borrador de la declaración.
"Reconocemos el papel importante que representa la OEA en la solución pacífica de nuestras diferencias y el apoyo de los objetivos de la Carta Democrática Interamericana. Nos comprometemos a mejorar la capacidad de la OEA, en sus esfuerzos por ayudar al mejoramiento de la paz y la estabilidad democrática, social y económica de nuestra región", indica, por su parte, el artículo 57.
Luis Alberto Rodríguez, coordinador general del secretariado de la cumbre, describió el documento como "global, centrado en la gente, relevante y receptivo a las necesidades y preocupaciones reales de los ciudadanos" y evitó comentar la marcha de las negociaciones para resolver las objeciones de Chávez.
Rodríguez evitó hacer más comentarios sobre las posibilidades de modificar el texto actual, a la espera de que los cancilleres de los 34 países participantes se reúnan para buscar un consenso, aunque todo apunta a que sean los propios presidentes lo que intenten lograr un acuerdo.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning, aseguró que el borrador es bien diferente de las declaraciones de otros cónclaves, al estimar que contiene todos los elementos de un plan "realizable".
El borrador, de 12 páginas y 66 artículos, pone de relieve que su valor radica en su "implementación". Es la "única vía" mediante la cual la población "podrá experimentar un mayor efecto de los beneficios del proceso de la cumbre", dijo Manning.
Señaló que, por medio de la Declaración de Compromiso de Puerto España, los niños y los jóvenes del continente "podrían ir a las escuelas y recibir una educación de calidad, desde los jardines de infancia hasta la educación superior".
El documento insta a los líderes del continente a promover la prosperidad mediante el desarrollo de los programas de protección social especialmente diseñados para ayudar a los grupos más pobres y vulnerables.
Otro punto del borrador es el que hace referencia a la necesidad de asegurar a todos el acceso a servicios básicos como el agua, la vivienda, la sanidad y los alimentos.
En ese contexto, el texto reconoce la importancia de eliminar la pobreza y el hambre, de crear puestos de trabajo y de aumentar los estándares de calidad de vida para toda los pueblos.
Sobre los aspectos de la política macroeconómica en la región, el documento hace hincapié en la fundamental prioridad de un política fiscal y monetaria transparente y apropiada.
Reconoce, además, el potencial de las nuevas y emergentes tecnologías y emplaza a los dirigentes del continente a que desarrollen y potencien el uso de biocombustibles, entre otros, hacia el 2015.
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