Las autoridades decretaron hoy una alerta roja en el departamento caribeño de Izabal, donde 12 casas resultaron dañadas por un terremoto de 7,1 grados que sacudió a Honduras y que fue sensible en un 75 por ciento del territorio guatemalteco.

El vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada, dijo que la alerta fue declarada debido a los daños sufridos, sobre todo en la aldea de El Quetzalito.

Espada tiene previsto viajar hoy a Honduras para entrevistarse con su colega, Elvin Santos, y aprovechará su estadía en ese país para conocer las secuelas del terremoto.

La roja es la alerta máxima en Guatemala y sirve para que las organizaciones de protección civil asistan y den ayuda humanitaria a los damnificados.

Según el titular de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Alejandro Maldonado, al menos 10 casas resultaron dañadas en El Quetzalito, pero no hay víctimas.

También en la aldea Media Luna resultaron con daños otras dos viviendas y se integró una comisión para hacer una evaluación total en esa región caribeña, así como en los departamentos de Zacapa y Chiquimula (oriente) y Petén (norte).

El ministerio de Educación anunció hoy la suspensión de las clases en Izabal.

Las autoridades guatemaltecas dijeron que está descartada, por ahora, la posibilidad de un tsunami en el Caribe.

De acuerdo con el director del Instituto Nacional de Sismología, Edy Sánchez, el sismo fue sensible en el 75 por ciento del territorio guatemalteco y con mayor intensidad en regiones del caribe, norte, este y noroeste del país.

El movimiento, que se registró hacía las 02.24 hora local (08.24 GMT), tuvo una duración de 31 segundos, y su epicentro fue ubicado a 30 kilómetros del mar Caribe de Honduras, cerca de la isla de Roatan y el puerto hondureño de Trujillo.

Sánchez explicó que se han registrado varias réplicas que han alcanzado entre los 4 y 5,2 grados en la escala abierta de Richter.