El déficit exterior por cuenta corriente se situó en 11.611,9 millones de euros en los dos primeros meses del año, lo que supone un aumento del 1,26 % respecto al mismo periodo de 2011, según los datos publicados hoy por el Banco de España.

Esta evolución se explica por el crecimiento del 48,97 % del déficit de rentas (hasta 5.330,6 millones), ya que han aumentado los pagos al exterior -intereses, dividendos y remuneración de trabajos en el extranjero- frente a los ingresos recibidos.

En menor medida, un 8,86 %, ha aumentado el déficit las transferencias corrientes (hasta 3.685,8 millones), en las que se engloban las remesas que envían los emigrantes a sus países de origen.

Por el contrario, el superávit de los servicios ha crecido por el aumento del turismo, en tanto que el déficit comercial -generado por la factura de la energía comprada en el exterior- ha disminuido.

En concreto, el saldo negativo de la balanza comercial se ha reducido el 12,97 % (hasta 6.195,8 millones), en un contexto de crecimiento de los flujos comerciales, tanto de las exportaciones como de las importaciones.

El incremento del superávit acumulado de la balanza de servicios fue del 37,63 % (hasta 3.600,3 millones), fundamentalmente por el aumento del turismo y los viajes a España.

Dentro de la balanza de pagos se registra también la cuenta financiera, que representa la deuda frente a terceros (excluido el Banco de España), que en los primeros dos meses del año generó un déficit de 30.890,7 millones, frente al superávit de 15.503,2 millones del mismo periodo del año anterior, debido a la salida de inversiones en cartera, préstamos y depósitos.

La cuenta de capital, que recoge las transferencias de capital procedentes de la Unión Europea, generó un superávit de 184,3 millones, el 87,12 % menos que un año antes.

De la diferencia entre el déficit por cuenta corriente y la cuenta de capital se concluye que la economía española tuvo una necesidad de financiación de 11.427, millones, el 13,86 % más.