Este artículo se publicó hace 12 años.
Detectan aumento de malformaciones congénitas con tratamientos de fertilidad más comunes
Por Gene Emery
La inyecciónintracitoplasmática de espermatozoide (ICSI) fue asociada con unaumento del riesgo de malformaciones congénitas en un nuevoestudio publicado en New England Journal of Medicine.
El pequeño riesgo de tener un bebé con algún defectocongénito aumentó un 57 por ciento con el ICSI, un método en elque se inyecta un único espermatozoide en un óvulo. En cambio,con la técnica más antigua de fertilización in vitro (FIV), enla que los espermatozoides se mezclan con los óvulos, no parecióaumentar ese riesgo.
El autor principal, doctor Michael Davies, de la Universidadde Adelaida, Australia, advirtió que ese peligro no reflejaríalos avances de la técnica de ICSI a partir del 2002, año en elque fue concebido el último niño incluido en el estudio.
"Necesitamos con urgencia información contemporánea paraconocer si el riesgo se repite en la forma en que actualmente serealiza la técnica ICSI", afirmó. En algunos centros, dijo, el70 por ciento de los tratamientos se realiza con ICSI.
Los resultados demuestran también que otras técnicas sonseguras. Aun cuando se utilizaron embriones descongelados, elriesgo de que desarrollen malformaciones no aumentó.
Y aunque los datos crudos demostraron que los bebésconcebidos por FIV eran más propensos a desarrollarmalformaciones congénitas, ese riesgo desapareció cuando losautores consideraron la edad, el tabaquismo, el peso y otrosfactores maternos. "En el caso de la FIV, lo que influirían sonlos factores de riesgo de la paciente", dijo Davies.
"En general, esto respalda la noción cada vez másgeneralizada de que gran parte del aumento de los defectoscongénitos está asociado con la causa de la infertilidad y nocon el proceso necesario para lograr el embarazo", indicó porcorreo electrónico el doctor Richard Reindollar, vicepresidentede la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva.
El estudio "destaca la necesidad de continuar la vigilancia,quizás especialmente cuando se utiliza ICSI", declaró a travésde un comunicado Joel Leigh Simpson, presidente electo de laFederación Internacional de Sociedades de Fertilidad. "Elasesoramiento de cada pareja debe ser personalizado, aunquetambién necesitamos mantener todo en perspectiva; la granmayoría de los embarazos con técnicas de fertilización no tienecomplicaciones", agregó.
Los resultados, presentados el sábado en el Congreso Mundialpara Elaborar Consensos en Ginecología, Infertilidad yPerinatología, realizado en Barcelona, aparecen cuando en elmundo nacen cada año 3,7 millones de bebés mediante lasdistintas técnicas de reproducción asistida.
El equipo de Davies comparó tres bases de datos de Australiadel Sur con información de partos, partos de mortinatos,abortos, malformaciones congénitas sin detectar en el útero,defectos identificados antes de los cinco años y embarazosmediante tratamientos de fertilidad. Estos últimos eran 6.613.
El riesgo de que los bebés nacieran con alguna malformacióncongénita fue del 8,3 por ciento con técnicas de reproducciónasistida y del 5,8 por ciento sin esas técnicas. Sólo con laFIV, la tasa fue del 7,2 por ciento, mientras que con ICSI fuedel 9,9 por ciento.
Las tasas de malformaciones congénitas también fueronelevadas en los bebés de las mujeres que habían concebido sinasistencia, pero que habían tenido un embarazo previo con algunade esas técnicas. Este es otro indicio de que el origen delproblema estaría en los padres y no en las técnicas.
Davies dijo que la técnica de ICSI aumentaría el riesgo deque los bebés desarrollen defectos congénitos porque lainyección directa de un espermatozoide en un óvulo pasaría poralto mecanismos naturales que impedirían que el espermadefectuoso o un espermatozoide sin posibilidades penetre elóvulo.
El equipo también obtuvo pruebas de que el uso nosupervisado de citrato de clomifeno (Clomid), que se usa parainducir la ovulación, triplica el riesgo de que los bebésdesarrollen defectos congénitos. Esto, para Davies, podría serporque las mujeres siguen tomando el fármaco un segundo mes,cuando estarían embarazadas sin saberlo.
El producto también puede provocar malformación fetal, peroDavis consideró que se necesitan más estudios para confirmar esasospecha.
FUENTE: N Engl J Med, 2012.
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