El responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, afirmó ayer en los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial que 'los grandes olvidados de los accidentes de tráfico son los heridos graves'. Navarro aseguró que el año pasado hubo unos 16.500 lesionados de gravedad, a los que, habitualmente, 'les quedan secuelas de por vida'.

Para el director de la DGT es importante tener en cuenta a los heridos graves y tomar las medidas pertinentes porque 'los accidentes con víctimas graves son una enfermedad grave para la que no hay tratamiento indoloro'.

El verano es una de las épocas del año con más accidentes de tráfico. A pesar de esta tendencia, Navarro aseguró que 'ha habido mucha suerte en la operación salida de este verano porque ni el día 1 [de julio] ni el 15 coincidieron con el fin de semana, que es cuando más accidentes se producen'.

Uno de los objetivos principales para la DGT estas vacaciones es hacer más hincapié en el lema de la campaña 'si bebes no conduzcas'. Navarro detalló que 'se aumentarán hasta cinco millones los controles de alcoholemia y se fomentará la figura del conductor pasivo', que controla que ninguna persona que haya bebido coja el coche.

Con respecto a la reciente polémica de otorgar dos puntos extra a los conductores que no hayan sido penalizados, el director de la DGT explicó que 'es un premio por su buen comportamiento y también porque han ayudado a crear una cierta condena social hacia los infractores'.

Navarro recordó que 'los infractores tienen que cumplir las reglas del juego'. En caso de no hacerlo, quien vulnere la ley puede perder el carné por seis meses, ser obligado a acudir a un curso de sensibilización sobre seguridad vial y volverse a examinar. Pese al descenso de accidentes y fallecidos que ha supuesto la entrada en vigor del carné por puntos, Navarro lamentó que 'la pérdida de todos los puntos por parte de 50.000 conductores es una cifra aún muy elevada'.