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"Voy día a día, hasta que halle la razón que me motive a seguir"

Guardiola, que acaba contrato el 30 de junio, asegura que no ha decidido aún si quiere continuar en el Barça

R. VILAR

Meticuloso en el trabajo hasta puntos sorprendentes, hay aspectos de su carrera que Pep Guardiola confía a sus sensaciones. Así explicó como jugador su marcha del Barcelona, tras 17 años de azulgrana, y así justificó este sábado que todavía no haya renovado su contrato con el club, a poco más de cuatro meses del 30 de junio, día en que finaliza su vinculación con la entidad.

'Es una cuestión personal, no tiene nada que ver con la institución. En ningún sitio estaré mejor que aquí; si sólo pensara en mi situación, renovaría por cuatro años y tendría más cosas de las que tengo, pero debo saber que aún me siento fuerte para hacerlo. No puedo decir una cosa u otra si no lo tengo claro', advirtió este sábado el técnico sobre su futuro al frente del Barcelona.

Y prosiguió: 'Ahora me preocupa sólo el día a día, cuando tenga la certeza, diré qué hago. No quiero utilizar al club de mala manera, no quiero hacer una cosa que no sienta. Ahora prefiero tomarme un poco más de tiempo. Si me lo respetan, bien, y si no, mala suerte, no puedo ir en contra de lo que siento'.

De momento, el club no ha exigido al entrenador que se manifieste al respecto, respeta sus plazos y ni tan siquiera apremia su decisión con una fecha límite. De hecho, el de Santpedor trabaja desde hace meses con Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barça, en la planificación de la plantilla de cara a la próxima temporada. Pero el técnico insiste: 'Voy día a día, hasta que halle la razón que me motive a seguir'.

Empeñado en renovar año a año su contrato, el curso pasado Guardiola anunció su continuidad en el club el 8 de febrero. Su entorno más cercano asegura ahora que las palabras del entrenador son sinceras, y que todavía no tiene claro qué hará la temporada que viene.

Feliz por observar que el futuro del grupo está asegurado con los jóvenes del filial que va incorporando poco a poco al primer equipo, el preparador necesita confirmar que la columna vertebral de la plantilla, los pesos pesados del vestuario, pueden mantener el nivel competitivo mostrado en los últimos años sin que haya una sacudida -quizá la llegada de un técnico nuevo- en el proyecto.

A pesar de las dudas de Guardiola, las vacas sagradas del Barcelona no se han cansado de pedir la continuidad del técnico. Comenzando por los capitanes y terminando por Cesc, que se incorporó al equipo el verano pasado, seducido, en parte, por trabajar bajo la batuta del de Santpedor.

'Agradezco mucho que la gente quiera que renueve, pero es porque he ganado títulos, si no me tirarían piedras', abundó este sábado Pep, como ya había hecho en situaciones anteriores.

En menos de cinco años, Guardiola ha logrado un currículum extraordinario como entrenador. Tras dirigir al Barça B en Tercera División, donde el equipo azulgrana ganó el campeonato -un título que ilusiona tanto al técnico que siempre lo recuerda cuando se enumera su palmarés-, dio el salto al banquillo del Camp Nou en 2008.

Desde entonces, suma el preparador 13 trofeos de los 16 que ha disputado el conjunto catalán. Debutó en Primera con el triplete (Copa, Liga y Champions), al que luego añadió las dos supercopas y el Mundial de Clubes, el único título que faltaba en las vitrinas del club.

En su segunda temporada, el Barça también logró la Liga. Y en la tercera, volvió a conseguir el doblete (Liga y Champions), además de la Supercopa de España y el Mundial de Clubes.

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