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Un diagnóstico preocupante que vale para España

La recuperación de la economía será gradual y estará expuesta a accidentes financieros

ERNESTO EKAIZER

Me alegro de poder informarles que la desaceleración haya probablemente tocado a su fin. Este verano quizá haya marcado el final de la recesión y la economía debería expandirse en la segunda parte del año. Pero lamento decir que espero una recuperación débil. Es más, la expansión gradual que irá ganando fuerza será vulnerable a sobresaltos. El sistema financiero ha mejorado pero no ha vuelto a la normalidad. Todavía presenta peligros que pueden hacer descarrilar una frágil recuperación. Incluso en el caso de que la economía crezca como espero, las cosas no se sentirán mejor durante algún tiempo. En particular, la tasa de desempleo permanecerá elevada durante algunos años más, lo que significará privaciones para millones de trabajadores'

Estas palabras no las ha dicho el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pero vienen como anillo al dedo para definir lo que está pasando y seguirá ocurriendo en España. Antes de desvelar quién acaba de hacer estas declaraciones, la noche del pasado lunes, día 14 de septiembre, la víspera del primer aniversario de la quiebra de Lehman Brothers, también es bueno conocer cómo sigue el diagnóstico.

'La situación financiera es mejor, pero no ha vuelto a la normalidad. La probabilidad de nuevas pérdidas por parte de las instituciones financieras añadirá más combustible a la crisis crediticia. En particular, los bancos de pequeño y mediano tamaño pueden registrar peligrosas pérdidas en sus préstamos inmobiliarios. Hasta ahora las pérdidas más fuertes han sido en préstamos a constructores y promotores () Las posibilidades de un fuerte rebote del consumo, que representa el 70% de la actividad económica, son mínimas. Por supuesto, los consumidores han experimentado una ayuda con el plan de estímulo fiscal. Pero este programa es temporal. En el largo plazo, los consumidores se enfrentan con su propio dilema. Durante los años previos a la recesión, los hogares vivieron en una juerga del gasto. El crédito era cada vez más fácil de obtener y los consumidores aprovecharon para endeudarse y comprar () En esta cultura del consumo, la tasa de ahorro personal cayó del 10% al 1,5%. Los hogares asumieron cada vez mayores deudas, desde un razonable 65% de la renta disponible hasta un 130% en 2008'.

EEUU, Reino Unido, Irlanda y España han sufrido excesos similares

En conclusión: 'La lenta recuperación que espero significa que puede llevar varios años volver al pleno empleo. Lo mismo es verdad de la utilización de la capacidad de la industria. Pasará mucho tiempo antes de que los recursos humanos y de capital vuelvan a su pleno rendimiento () Incluso la recuperación gradual que esperamos será vulnerable a shocks, especialmente del sector financiero'.

Así ve la situación Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, la filial del banco central norteamericano, profesora de Economía de la Universidad de California y presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton. Desde luego, es un punto de vista que se da de patadas con las expectativas de la Bolsa de Nueva York, que desde el 9 de marzo pasado ha crecido un 54%.

La clave para salir de la crisis es que el ahorro se desvíe hacia el consumo

Lo que afirma para la economía norteamericana vale, con la debida distancia, para una economía como la española, economía que, junto a la británica e irlandesa, forma el pelotón europeo que ha sufrido excesos similares: el excesivo endeudamiento de empresas y familias, la burbuja del crédito y el boom inmobiliario.

En Estados Unidos, la política para evitar una reedición de la Gran Depresión de los años treinta ha sido la expansión monetaria y el gasto público. En España, la política monetaria contra la crisis ha provenido del Banco Central Europeo (BCE); la política fiscal anticíclica, ante la ausencia de política fiscal coordinada europea, del Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Zapatero defenderá hoy que hay que mantener la política fiscal anticíclica

Esa política tendrá que seguir adelante según va a defender apasionadamente hoy el presidente del Gobierno en la sesión de control del Congreso, exigiendo al mismo tiempo al Partido Popular que concrete, por una vez, qué recortes de gasto público propone. Ese apoyo tendrá que seguir adelante hasta que las empresas y las familias (el sector privado) reaccionen. De momento, las familias están reduciendo deuda y ahorrando. En los cuatro trimestres hasta el 31 de marzo de 2009 el ahorro se situaba en el 14% de la renta disponible, contra un 10% un año antes. En cierto momento, este ahorro tendrá que canalizarse hacia el consumo y finalmente hacia la inversión. Aquí está la clave de la futura recuperación.

'Y una mayor inversión es la llave a una mayor productividad y más rápido crecimiento en el nivel de vida. Pero la transición puede ser dolorosa si el crecimiento por debajo del potencial del gasto de consumo limita el ritmo de la recuperación económica', advierte Janet Yellen.

El apoyo público seguirá hasta que el sector privado reaccione

La idea de que España saldrá después que los demás porque ha entrado más tarde a la crisis no es que sea una expresión de deseos. Es que no es verdad. El pasado 26 de agosto, el Instituto Nacional de Estadística (INE) revisó las cifras trimestrales de PIB y confirmó que en el segundo trimestre de 2008 España no creció un 0,1% como se había informado sino que la economía cayó un 0,02%. Aunque insignificante, esta caída certifica que la economía española acompaña a la alemana, francesa, italiana y holandesa en el comienzo de la recesión. Si España tardará más en salir será por los males autóctonos que acumuló la economía española (endeudamiento de empresas y familias, burbuja inmobiliaria) cuya combinación explosiva llevará más tiempo (y costes) desactivar.

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