Este artículo se publicó hace 17 años.
Diana gritó y rechazó el suero de los médicos que intentaron salvar su vida
Diana de Gales gritó palabras incoherentes y rechazó el suero de los médicos que la asistieron después del accidente que acabaría con su vida, según la versión de un especialista que auxilió a la princesa.
Ese testimonio corresponde al doctor Jean-Marc Martino -especialista en emergencias- y se dio a conocer en la investigación judicial británica encargada de esclarecer la muerte de Lady Di, que empezó el pasado octubre en el Tribunal Superior de Londres.
Diana, de 36 años, murió el 31 de agosto de 1997 junto a su novio, Dodi Al Fayed, de 42, y al chófer del vehículo, Henri Paul, tras chocar el automóvil contra una columna de un túnel parisino cuando era perseguido por varios "paparazzi".
El profesor Andre Lienhart, que investigó para un juez francés todos los aspectos del tratamiento médico que se dispensó a Diana, declaró hoy por vídeo-conferencia desde París para recordar las palabras de Martino tras el fatídico accidente.
Mientras los servicios de emergencia atendían a Lady Di entre la chatarra del automóvil, Martino escuchó a la princesa "gritando y diciendo cosas en inglés que eran comprensibles pero incoherentes", según relató Lienhart.
El médico, del Service d'Aide Medicale d'Urgence (Servicio de Ayuda Médica de Urgencia, SAMU) de Francia, supervisó los cuidados prestados a la princesa desde el accidente hasta el traslado de Diana al hospital parisino de Pitie-Salpetriere.
Además, la princesa "estaba agitada" y "rechazó el tratamiento", de manera que el SAMU tuvo "tuvo que inyectarle algunos fármacos (sedantes) para reducir la agitación y que aceptara el tratamiento", dijo Lienhart recapitulando las palabras de Martino.
Como consecuencia de la tensión de Lady Di, un efectivo del SAMU se vio obligado a agarrar con fuerza un brazo de la princesa para que se le pudiera administrar suero.
Sin embargo, la propia Diana, producto de su estado nervioso, "retiró el primer suero", precisó Andre Linehart.
El jurado de la investigación judicial británica debe establecer si la muerte de la princesa fue producto de una conspiración o un trágico accidente.
Mohamed Al Fayed, dueño de los grandes almacenes londinenses Harrods, mantiene que Diana y su hijo, Dodi, fueron asesinados por los servicios secretos británicos bajo órdenes del duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II y ex suegro de la princesa.
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