Este artículo se publicó hace 15 años.
Las dietas de los diputados británicos ven la luz censuradas
El líder de la oposición devuelve casi 1.000 libras que cobró del erario público
Censurada y con un año de retraso. La relación de gastos cobrados por los diputados británicos se publicó este jueves en Internet, doce meses después de que el Tribunal de Información les obligara a hacerlo. Un millón de recibos que los 646 parlamentarios cargaron al erario público entre 2004 y 2008 se detallan en la web de los Comunes en páginas con grandes borrones en negro.
Los políticos han tachado los datos personales y bancarios para proteger su seguridad y privacidad. Pero también han eliminado toda correspondencia con la oficina de gastos, que es una de las claves para descifrar el rosario de abusos y posibles fraudes. El diario que destapó el escándalo, The Daily Telegraph, cotejará, en sus ediciones de hoy y mañana, la versión autocensurada por los diputados con los datos en bruto contenidos en el disco informático que adquirió meses atrás.
Los cargos sobre la segunda vivienda son la principal cantera del enriquecimiento deshonesto de los diputados. Los políticos con escaño fuera de Londres pueden cobrar un máximo anual de 24.000 libras (unos 28.800 euros) y la mayoría saca el máximo provecho de ello, incluido el millonario líder conservador, David Cameron. Ayer anunció que devolverá 267 libras, que se sumarán a las 680 que entregó previamente. Otros rozan la legalidad, cambiando temporalmente la dirección de su primera y segunda vivienda. Y una minoría se aprovecha del escaso control de la oficina de gastos para evitar pagar impuestos patrimoniales al vender una casa.
Usher, la última dimisiónEn esta situación ha caído la última baja del Gobierno de Gordon Brown. Kitty Usher, secretaria de Estado en el Ministerio de Hacienda, se vio forzada a dimitir anteanoche por presunta evasión fiscal. Se ahorró cerca de 20.000 euros al cambiar momentáneamente la dirección de una vivienda que posteriormente puso en venta, según estimaciones del Telegraph.
En las cartas no publicadas entre diputados y la oficina de gastos se descubren los estrafalarios caprichos de los políticos, como los casi 2.000 euros que sir Peter Viggers solicitó para comprar una "casa flotante para patos".
Como Cameron, medio centenar de parlamentarios ha devuelto parte del dinero cobrado y la suma global supera los 350.000 euros. Al mismo tiempo, 20 diputados no se presentarán a las elecciones generales. Retrasando hasta entonces su salida de la política se aseguran una subvención de 45.000 euros, más 12 meses de salario para cerrar sus oficinas y aclimatarse a la nueva situación laboral.
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