Un Mundial provoca un cúmulo de información y datos que muchas veces se le pueden atragantar al aficionado. Respondemos a las diez preguntas más recurrentes para no perderse en la gran cita del fútbol y en un país tan enorme como Brasil.

El partido inaugural se celebrará en Sao Paulo este jueves 12 de junio entre el anfitrión Brasil y Croacia. En el Mundial participan 32 equipos y la final será en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, el 13 de julio. Ésta es la vigésima edición de la Copa del Mundo y la primera en Sudamérica desde 1978. Brasil es la única selección que ha participado en todos los campeonatos y el único país que levantó el trofeo cinco veces.

Todos los grandes corredores de apuestas colocan a Brasil como favorito y en la mayoría cotiza con un 3/1 para ganar su sexto Mundial delante de su afición. Argentina es la segunda favorita, en parte porque le tocó un grupo fácil, y Alemania es la tercera, seguida del campeón del mundo, España.

Bélgica es el quinto favorito con 16/1, Francia es sexta favorita con entre 18/1 y 25/1 dependiendo de la casa de apuestas, mientras Colombia tiene un grupo relativamente fácil y podría ser apoyada con un 25/1.

No hay dudas de quiénes son los tres favoritos. Si Lionel Messi quiere ser comparado con Diego Maradona necesita llevar a Argentina por lo menos a la final. Probablemente la Portugal de Cristiano Ronaldo no llegue tan lejos, pero el delantero del Real Madrid tiene el escenario perfecto para brillar en un grupo con Estados Unidos y Alemania. El brasileño Neymar fue la estrella de la Copa Confederaciones el año pasado y espera nada menos que ganar la sexta Copa del Mundo para los anfitriones.

No, si la tendencia reciente continúa. La media de número de goles por partido ha caído en todos los mundiales desde 1994, cuando se lograron un promedio de 2,71 por encuentro. En Sudáfrica 2010 el promedio cayó a 2,27. El último Mundial en el que el promedio superó los tres goles fue en Suecia en 1958.

Si marca, el delantero alemán Miroslav Klose puede igualar el récord de Ronaldo de 15 goles en un Mundial. Si Argelia no marca en su primer partido contra Bélgica, será el único país en jugar seis partidos consecutivos de la Copa del Mundo sin besar la red. El portero de España Iker Casillas ha mantenido su meta a cero siete veces en 15 encuentros - está a tres de igualar a Peter Shilton y Fabien Barthez -. Si el entrenador de Estados Unidos Jürgen Klinsmann o el de Francia Didier Deschamps llevan a sus equipos a la victoria se unirán a Mario Zagallo y Franz Beckenbauer como los únicos hombres en ganar el título como jugadores y seleccionadores.

Seis estuvieron listos para la Copa Confederaciones del año pasado y deberían estar en perfectas condiciones. Podría haber problemas con los otros seis en Porto Alegre, Sao Paulo, Manaus, Cuiabá, Curitiba y Natal, especialmente en lo relativo a la conexión a Internet y en las zonas que rodean los estadios, que en algunos lugares todavía están en obras. La mayoría de los estadios, no obstante, tiene una arquitectura impresionante, tanto en el interior como en el exterior.

La venta de entradas ha sido alentadora con cerca de tres millones colocadas hasta el momento. Con 64 partidos, significa que la media de asistentes será de alrededor de 47.000, cifra normal para una Copa del Mundo y sería similar al de 1950, cuando el torneo se celebró por última vez en Brasil. Una cosa es cierta, la media no superará el récord de casi 69.000 en el Mundial de Estados Unidos 1994.

Brasil es enorme así que los aficionados necesitarán abrigo para los partidos en el sur, donde la temperatura puede llegar a cero por la noche. En el norte habrá calor y humedad. Las lluvias inesperadas serán determinantes en el norte, especialmente durante los partidos de la tarde ya que afectarán probablemente al ritmo de juego.

La respuesta corta. Nadie lo sabe realmente. Podría haber protestas, huelgas y otras interrupciones que parecen inevitables. Ya se ha demostrado en la huelga de los trabajadores del metro de San Paulo y en diversas protestas organizadas por ONG's, que recriminan al Gobierno brasileño que debería haber invertido todo el dinero del Mundial en mejorar la educación, la sanidad y los transportes del país.