Este artículo se publicó hace 15 años.
Dimite el vicepresidente del Barcelona, Joan Franquesa
Según un comunicado del club, Franquesa deja el cargo por motivos personales
El vicepresidente del Barça, Joan Franquesa, ha presentado hoy su dimisión como directivo del club. Según el comunicado emitido por el Barcelona, por motivos personales.
Franquesa es el vicepresidente que solicitó al responable de seguridad del club, Xavier Martorell, la auditoría de seguridad (tenía la intención de autoporponerse como candidato a liderar una candiadtura continuista en las próxima elecciones a la presidencia azulgrana) que luego el Director general Corporativo, Joan Olivé, amplió a otros tres vicepresidentes sin estos saberlo.
Franquesa era uno de los afectados por la redistribicación de responsabilidades que Laporta piensa anunciar mañana a su junta. En principio, la intención del presidente era que Franquesa perdiera la vicepresidencia Institucional y de Patrimonio para ocupar una nueva vicepresidencia ligada a la fundación del club.
En el comunicado, que en realidad es una carta del propio Franquesa al presidente Joan Laporta, el ya ex vicepresidente asegura "haber contribuido de manera decisiva a impulsar temas patrimoniales de gran valor estratégico para el FC Barcelona". "Sabes que no he escatimado horas ni esfuerzos y que me he dejado la piel", le dice a Laporta.
El ex directivo culé asegura "no estar en condiciones" para seguir en su cargo, porque "los cambios en mis circunstancias personales y profesionales requieren ahora toda mi atención". Franquesa reconoce a su vez que es "consciente" de que su renuncia "puede ser utilizada y malinterpretada".
Por último, concluye con un guiño a los últimos eventos deportivos del Barcelona. "Siempre nos quedará París, Roma, 2 a 6...".
Discrepancias con LaportaSin embargo la dimisión de Franquesa tiene una lectura distinta, ya que el ex directivo mantuvo serias discrepancias con el actual presidente, Joan Laporta, pese a su gran amistad.
Laporta decidió apostar por una fuerte línea de sucesión para las siguientes elecciones, al apoyar por Xavier Sala i Martín, mientras que Franquesa apostaba por otro de los vicepresidentes, Jaume Ferrer. El grupo de directivos que impulsaron a Ferrer para conducir la junta continuista en las elecciones del 2010 ha sido objeto de intensos ataques desde dentro del propio consejo, dos de los cuales han llevado a la ruptura entre los dos grupos.
El primero de ellos se produjo hace unas semanas cuando se conoció que el director general del Barcelona, Joan Oliver, había espiado a cuatro vicepresidentes (Joan Franquesa, Jaume Ferrer, Joan Boix y Rafael Yuste), todos ellos potenciales aspirantes a precandidatos en las elecciones del 2010.
Una vez superada esta crisis generada por los espionajes, Joan Laporta informó en la pasada comisión delegada del club de que deseaba impulsar importantes cambios, algunos de los cuales afectaban a dos de los vicepresidentes espiados (Ferrer y Franquesa) a quienes iba a degradar en las funciones, a pesar de mantenerlos como vicepresidentes. Estos acuerdos se debían ratificar en la junta del próximo viernes en Perpiñán.
La dimisión de Franquesa es la decimoquinta de la era Laporta, desde que el presidente se hiciese cargo del Barcelona en junio del 2003.
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