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El dinero huye de los mercados ante la indecisión política

El Tesoro español adjudicó con éxito 3.520 millones de euros en bonos a diez años

PILAR BLÁZQUEZ

'Si no regulan esto nos vamos todos al garete. No sólo los inversores pequeños sino todo el mercado'. Así de tajante se mostraba ayer un gestor de bolsa que se define como especulador nato. La locura que se está viviendo en las últimas jornadas en los mercados financieros ha sacado de quicio incluso a los profesionales más templados. Y es que como se encargó de recordar el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble: 'Las bolsas están fuera de control'.

La jornada de ayer volvió a reflejar esa realidad. La volatilidad fue extrema y las bolsas europeas no pararon de subir y bajar al ritmo que marcaban rumores imposibles de confirmar. Mientras, los políticos europeos, con la alemana Angela Merkel a la cabeza, calentaron los mercados con mensajes como: 'La situación de Europa es muy peligrosa y el éxito no está garantizado'; 'No todos los países podrían resultar aptos para recibir ayudas bilaterales', 'Hay que estudiar la posibilidad de insolvencias coordinadas'. 'Todas esas declaraciones van contra el espíritu del plan de rescate, que supuestamente quería dar una muestra de fortaleza europea para disuadir la especulación', advierte Daniel Pingarrón, analista de IG Markets.

El euro toca mínimos, pero remonta tras el cierre de las bolsas

La huida de capitales de Europa volvió a ser ayer masiva. Portugal, Francia y Alemania fueron los países cuyas bolsas sufrieron un mayor castigo, con pérdidas superiores al 2%. En España, la sesión terminó con un descenso del Ibex 35 del 1,13%, hasta los 9.270 puntos, aunque a media sesión llegaron a registrarse retrocesos superiores al 5%. Una de las explicaciones de esas abultadas caídas a media sesión fue la preocupación de los inversores sobre una posible ampliación a toda Europa de la prohibición de las ventas al descubierto.

'Eso no tiene mucho sentido. Hay muchos instrumentos para hacer esas operaciones por otros caminos', asegura un gestor de fondos de alto riesgo que opera en España. 'Lo más probable es que las ventas masivas se hayan producido porque los grandes fondos tenían ordenes de venta para cuando la caída del euro llegara a un determinado nivel', explica. La moneda única también tuvo ayer un día de infarto. Llegó a descender hasta los 1,229 dólares a lo largo de la mañana , aunque recuperó posiciones tras el cierre de las bolsas europeas, y volvió a conquistar los 1,25 dólares.

Las tensiones en la zona del euro también tuvieron su reflejo en la evolución del euribor. Ayer subió, por cuarto día consecutivo, hasta el 1,253%, su nivel más alto desde octubre. Según los expertos, estas subidas reflejan los problemas que existen dentro de la Unión Europea y son un síntoma de la desconfianza que ha vuelto a surgir entre los bancos, que son reacios a prestarse dinero entre sí, al igual que ocurrió al principio de la crisis financiera en 2007.

El miedo al contagio en EEUU agudizó las caídas en Wall Street

En el contexto de extrema inquietud, hubo un oasis de confianza en el mercado de renta fija española. La emisión del bono a diez años fue un éxito no esperado. El Tesoro adjudicó 3.520 millones de euros, de una demanda de 7.163 millones, lo que le permitió superar el objetivo máximo de 3.500 millones que se había marcado para la colocación. Además, el tipo de interés se fijó en el 4,074%, el mismo que marcaba en ese momento el mercado secundario, y apenas un 5% por encima del que había abonado en la emisión anterior de las mismas características el pasado 18 marzo.

Un éxito frente a la emisión de letras a 12 y 18 meses del pasado martes, cuando tuvo que duplicar el tipo de interés. 'Esto refleja que los problemas más graves están en el corto plazo, pero no hay que olvidar que los mercados no confían en el modelo productivo de España y esto sólo ha sido un respiro', explica Félix López, director de gestión de Atlas Capital. Efectivamente, tras la emisión del Tesoro, los indicadores que marcan la solvencia del país y el riesgo de impago volvieron a dispararse, aunque el movimiento fue generalizado en toda Europa.

El miedo cruzó el Atlántico y se agudizó después de que la Fed confirmara que los problemas europeos pueden contagiar a EEUU. Además, ayer los datos macroeconómicos en aquel país se sumaron a la ola pesimista que arrastró pérdidas del 3,61%, en el índice Dow Jones de Nueva York.

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