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Diputadas y otras dirigentes del PSOE exigen dimisiones por la gestión del 'caso Ponferrada'

'Asumir responsabilidades también es una seña de identidad de los socialistas', afirman. Califican de 'esperpénticas' las decisiones adoptadas por López y Rubalcaba desde que el pasado viernes el Grupo Socia

IÑIGO ADURIZ

'La historia de un error que ha sido rectificado'. Con esas palabras, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, trataba de zanjar el pasado lunes la polémica que ha rodeado a la moción de censura en el Ayuntamiento de Ponferrada que hizo que el Grupo Socialista lograra la Alcaldía de la ciudad con la ayuda del acosador sexual y exregidor del municipio, Ismael Álvarez. Pidió disculpas decenas de veces por un 'error de percepción' que hizo que él mismo respaldara la iniciativa de los socialistas ponferradinos y que, horas después, una vez consumada, se retractara acatando así la orden del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Esas explicaciones siguen sin convencer, en cambio, a un buen número mujeres del partido que se confiesan 'escandalizadas' por lo sucedido el pasado viernes, Día de la Mujer Trabajadora, en un PSOE que sigue tratando de abanderar desde hace años la lucha por la igualdad. 'Es inasumible que haya pasado precisamente ese día y en el partido de los socialistas, cuando fueron las socialistas estadounidenses, primero, y la Internacional Socialista después, en 1909, los que comenzaron a conmemorar la jornada de lucha', lamenta una alta dirigente de una de las federaciones más importantes de la formación socialdemócrata.

Por eso, y por la 'crisis de credibilidad' por la que atraviesa su propio partido, esta histórica socialista se dirige a la Ejecutiva socialista a la que le advierte de que 'ya no basta' con pedir disculpas, sino que es hora de reconocer lo que implica ejercer un cargo orgánico y de dimitir cuando se hace mal. 'Asumir responsabilidades también ha sido una seña de identidad de los socialistas', recuerda, y cita a los 'vicepresidentes del Gobierno, ministros, portavoces parlamentarios' y demás cargos socialistas que dimitieron en la última de etapa de Felipe González al frente del Ejecutivo, que estuvo marcada por la corrupción y los escándalos. 

La dimisión de Óscar López, la que presentó ante la Ejecutiva pero que la cúpula del PSOE no le aceptó, 'tenía que haber sido irrevocable' a juicio de otra socialista, concejala y con responsabilidades del partido en León, la provincia que ha tenido en vilo la actualidad política del país por el conflicto en Ponferrada. La manga ancha de López y de los propios ediles ponferradinos a la hora de pactar con un acosador se lo atribuye a que en la mayoría de las formaciones políticas españolas 'hay hombres que siguen sin creer en la igualdad'. 'Siempre ha sido como un asunto menor. Parece más importante lograr un gobierno que luchar por la igualdad', critica. 

'Ha sido un error gravísimo que se debió evitar', insiste, por su parte, otra mujer socialista y madrileña, que formó parte del último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que hoy es diputada en la Asamblea regional. Ella recuerda que el PSOE 'fue muy contundente en su repulsa y condena del caso Nevenka', cuyo principal protagonista fue Álvarez, el edil en el que se apoyó el viernes el hoy alcalde de la capital berciana, Samuel Folgueral, para lograr el bastón de mando de la ciudad. 'No debió olvidarlo nadie', remacha. Pero lo más grave, en su opinión, es que se haya obviado el trabajo reciente del partido a favor de la igualdad.

'Uno de los puntos más brillantes de los años de Gobierno de Zapatero fue la política de igualdad. Hizo un país ejemplar', afirma. Por eso denuncia que la gestión realizada por parte de la Ejecutiva federal ha dejado tocados 'los principios y los valores consustanciales' al hoy principal partido de la oposición. A diferencia de lo que ha tratado de hacer la dirección de Rubalcaba, ella insiste en que el escándalo 'no ha quedado zanjado'. 'Alguien tiene que asumir responsabilidades'. 

De la misma idea es otra de las socialistas consultada por este diario, diputada en el Congreso y ferviente defensora de los derechos de la mujer en diferentes intervenciones públicas. Al referirse a la gestión llevada a cabo por la Secretaría de Organización, la tilda como 'un auténtico esperpento'. Ella no puede entender que no haya consecuencias para quien en principio autorizó la operación en el consistorio ponferradino, y que después trató de echarse para atrás.

Avaló la moción, recuerda, a pesar de la 'oposición interna' que encarnaban personas tan importantes en el partido como la vicesecretaria general, Elena Valenciano, la secretaria de Igualdad, Purificación Causapié, o la portavoz de ese mismo área en el Congreso, Carmen Montón. 'No se puede hacer peor', concluye.

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