La crítica y la denuncia a la reforma laboral sustentan las patas de la labor de oposición al Gobierno del PSOE. Pero los diputados socialistas no secundarán la convocatoria de huelga realizada por los sindicatos para el próximo jueves en contra de esa modificación legislativa.

Aducen que no son trabajadores públicos, sino que son 'representantes del poder del Estado' y que, por lo tanto, tienen la 'obligación' de acudir normalmente al hemiciclo. En estos términos se ha expresado la portavoz parlamentaria del PSOE, Soraya Rodríguez, durante su comparecencia ante los medios tras la Junta de Portavoces de los martes.

El PP, que por su mayoría absoluta tiene el control total sobre las cuestiones que entran en los plenos, ha acumulado trabajo para esa jornada de huelga. Los diputados que no la secunden deberán pronunciarse sobre la convalidación de dos decretos-ley y, además, participarán en el debate de totalidad sobre la ley de estabilidad presupuestaria. 

Los socialistas, explicó Rodríguez, aprovecharán también para criticar la reforma laboral a través de una interpelación a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. la nueva norma, agregó la portavoz parlamentaria socialista, es una 'ley injusta y desequilibrada', supone la 'pérdida de derechos' de los trabajadores y 'va a ahondar en una econoía que está estancada'. 

Preguntada al respecto, Rodríguez anunció que los diputados de su grupo están pensando en fórmulas para solidarizarse con los trabajadores que secunden la huelga. Harán 'gestos'. Y en ese sentido, no se descarta que los parlamentarios que trabajen donen su sueldo o que acudan a las manifestaciones que se celebren durante la jornada.