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"El discurso de Rajoy sobre ETA le sirve para mantener prietas las filas"

JUAN ANTONIO BLAY

Aitor Esteban Bravo (Bilbao, 1962) es el portavoz del grupo parlamentario vasco del PNV tras la marcha de Josu Erkoreka hace poco más de un año. Político discreto, tiene fama de riguroso y de cumplir los compromisos que alcanza su grupo, aunque lamenta que con el Gobierno y la mayoría absoluta del PP es casi imposible una actividad parlamentaria normal. Se muestra muy crítico con la actitud de Rajoy para afrontar el camino final para la disolución de la banda terrorista ETA y también muy escéptico sobre la voluntad del PP para afrontar el encaje de Catalunya y Euskadi en un Estado español integrador, actitud en la que también incluye al PSOE. Como doctor en derecho constitucional afirma que la Constitución no la conoce 'ni la madre que la parió' debido a la sucesiva legislación y a las interpretaciones del Tribunal Constitucional, instancia que descalifica como 'árbitro neutral'.

Se ha cruzado el ecuador de la legislatura.¿Qué resumen hace de los que ha sucedido en estos dos años?

Hemos tenido un Gobierno que no ha querido contar con la oposición, que se siente seguro en su mayoría absoluta, pero que además ha utilizado procedimientos poco democráticos en muchas materias..., por ejemplo ha habido un número muy grande de decretos-ley. La interlocución solo se mantiene en aspectos muy puntuales..., muy poquito. En general, es un Gobierno que no tiende a buscar acuerdo.

Esta es su tercera legislatura. ¿Qué diferencia encuentra con respecto a la situación que usted se encontró al llegar por primera vez?

La diferencia es la de la mayoría absoluta, ¿no? (sonríe)..., eso es muy claro, no tiene nada que ver aquella legislatura con esta. Pero también tengo que decir que el inicio del tripartito de Zapatero fue bastante parecido en este aspecto, actuaba con mucha seguridad, aunque pronto quebró y otros encontramos la manera de llegar a acuerdos...

Usted se ha estrenado como portavoz parlamentario hace poco más de un año. La marcha de Josu Erkoreka fue un faena para usted o un bendición?

Fue una marcha absolutamente inesperada y en ese sentido fue una faena porque yo estaba de lo más cómodo como portavoz suplente; además, Josu es una persona que da mucha seguridad y mucho prestigio al grupo. Y también se nos fue Arantxa al Gobierno vasco...

¿Qué es lo más que le ha sorprendido de las reuniones de la unta de Portavoces?

Bueno, a bastantes reuniones de la Junta ya había ido como portavoz suplente y ya estaba acostumbrado. Lo habitual suele ser que cada cual exprese su postura y luego llega Alfonso Alonso (portavoz del PP) y diga `pues yo no, sí que os fastidias ´ (sonríe ampliamente). Sí, muchas veces no debatimos porque ¡como sabemos cómo va a acabar!...

...¿ese es el modus operandi?

En muchas ocasiones, sí. No digo que siempre, siempre, pero en la mayoría sí.

Entones, ¿es frustrante tener una mayoría del PP enfrente?

¡Hombre!, es frustrante tener cualquier mayoría absoluta enfrente. Sí, claro, pero lo que no puede pasar es que como hay una mayoría absoluta del PP me voy a casa, pues no. Primero que hay que pensar es que tu voz, la de la oposición en general, es importante para, ante la opinión pública, poner límites verbales al Gobierno y, por otra parte, si hay interlocución, como gracias a toda la gente que ha habido antes en el grupo vasco tenemos una credibilidad, pues sacar dos punto del programa electoral aunque en otra situación pudiésemos sacar treinta. Eso se lo debes a tus votantes.

¿Las mayorías absolutas son perversas para el sistema democrático?

Depende de cómo se gestionen pueden no ser positivas. Si quien tiene una mayoría absoluta asume que materias delicadas. Como la educación, no pueden imponerse pues puede no ser perversa, pero si no es así no es sano, creo yo, democráticamente. Pero, vamos, es lo que ha querido la voluntad popular.

¿Cómo define la labor del PNV en el conjunto de la oposición?

Primero siempre una defensa de nuestro autogobierno, de los principios en los que creemos en cuanto al sistema democrático y a los derechos humanos y a partir de ahí una defensa de nuestro programa electoral, al que no debemos ante nuestros votantes. Y con una mayoría absoluta también, tanto en evitar que los daños sean lo menos grave posible o avanzar en alguna materia; siempre hay posibilidades. Por ejemplo, en la nueva ley electoral logramos arrancar el respeto al hecho diferencial foral...

... pero eso está reconocido en la Constitución ¿no?

Sí, sí, como tantas otras cosas, pero luego hay que pelearlo en cada ley, en la letra pequeña.

Después de 35 años de presencia de PNV en el Congreso y en el Senado ¿cree que Madrid ya entiende el nacionalismo vasco?

No, no. Creo que los periféricos, por usar esa expresión, tenemos una visión mucho más amplia de las posiciones de los demás, incluso en ocasiones intentamos ponerlos en el pellejo de los demás. Ese ejercicio no se hace desde Madrid. ¿Por qué?, pues porque tienen la sartén por el mango, siempre van a tener las mayoría de los escaños y te ven como un problema de dolor de barriga, que unas veces duele más y otras menos pero que tampoco les va a suponer un infarto..., por el momento; ahora se están empezando a infartar un poco con el caso catalán. Creo que nunca se ha hecho un ejercicio de pensar en serio en un Estado en el que pudiera estar a gusto todo el mundo. No se ha hecho ese ejercicio..., hay una determinada concepción del país que ha ido arraigando desde el siglo XIX que implica no ponerse en la piel del otro. Eso es así.

¿Con las lenguas cooficiales pasa lo mismo?

Es una cuestión de respeto. Ya se que todos hablamos castellano, pero hay alguna legislación que incluso dice que el euskera es una lengua española, como el castellano, y además es más antigua. Entonces, ¿por qué no se admite con toda normalidad aquí en Madrid?

¿Rajoy y su Gobierno administran bien su mayoría absoluta?

Insisto, no. Deberían administrarla con mayor generosidad, sobre todo en materias sensibles y todos sabemos cuáles son.

¿Siente añoranza de los tiempos en que Arzalluz se fiaba de Aznar y cuando el PNV estaba a partir un piñón con Zapatero?

... (le cuesta arrancar) Arzallus..., yo creo que esa frase que se dijo es la confianza que se da siempre en el minuto uno a toda persona, que yo creo que es lo que debe hacerse; lo que pasa es que al minutados ya nos dimos cuenta de que no era de fiar. Y con Zapatero nunca hemos estado a partir un piñón. Zapatero ha tenido que tragar ruedas de molino porque no le quedaba más remedio para aprobar los presupuestos y el PNV jugó legítimamente sus cartas; otra cosa es que en esa situación Zapatero estuviera a justo (se ríe) ...

¿Qué es lo mejor y lo peor del parlamentarismo español?

(Largo silencio antes de arrancar a hablar)... Lo peor es que el parlamentarismo ha pasado a una segunda fila. El parlamento ahora no importa, es un trámite que hay que pasar cuanto antes, en el menor tiempo posible y con el menor ruido posible. Y, aunque esto es así, lo mejor que tiene es que en una mayoría absoluta es la única manera de elevar tu voz de cara la opinión pública a través de los medios de comunicación.

Ese es un juicio muy duro...

... pero es así. Ya lo he comentado antes, hay un abuso de los decretos-ley a los que la Constitución pone unos límites pero que aquí se están pasando todos. Lo que se ha hecho con la justicia universal, con el trámite de lectura única... ¡se ha despachado en semana y media!. O la reforma de la Constitución, en la última etapa de Zapatero, entre PSOE y PP la hicieron en semana y media. ¿Es eso normal?, yo creo que no. Aquí prima el Ejecutivo y el parlamentarismo es un trámite que hay que pasar cuanto antes mejor..., y se han descuidado también las formas.

¿Coincide usted con la valoración de Rouco Varela de que el discurso de la clase política es pobre?

¡Pues el de la Iglesia española! (ríe)...¡madre de Dios!, hasta a los creyentes nos tiene contentos, al menos a muchos (comenta con sorna). A lo mejor es que le gustaría un discurso más acorde con el suyo. Espero que la Iglesia española también se renueve.

La mayoría del PP impidió que Amaiur, con 7 escaños, dos más que el PNV, tuviera grupo propio. Eso les ha beneficiado ¿no es así?

Yo lo que creo es que ha provocado un pequeño carajal en el funcionamiento del Congreso porque hay un grupo mixto que es demasiado grande. El protagonismo de ese grupo la tiene Amaiur porque es quien tiene más parlamentarios. No, aquí visibilidad tenemos todos, unos más que otros, cada uno con su trayectoria. Una de las grandes diferencias es la capacidad de interlocución, no tanto que haya grupo parlamentario. El PNV es uno de los cuatro clásicos del parlamentarismo, junto con PP, PSOE y CiU, entre lo que debería entrar la pata de lo que representa IU, aunque en ocasiones se excluye y en otras son los grandes partidos quien les excluyen.

¿Cómo observa, desde el PNV, la evolución del proceso soberanista en Catalunya?

Lo seguimos de cerca, con expectación, deseando lo mejor, pero sabiendo que los momentos son muy diferentes entre Euskadi y Catalunya. De lo que sí estamos convencidos es en que si la ciudadanía quiere expresarse debe darse cauce a ese deseo.

Para ustedes ¿es un ejemplo, un referente o no tiene nada que ver con la cuestión vasca?

Para empezar, no tiene nada que ver. Nosotros acabamos de salir, y todavía no ha desaparecido formalmente, de una situación con una organización terrorista. Eso ha creado muchas heridas y vamos a necesitar un tiempo para normalizar las relaciones políticas entre los grupos. Esa es la prioridad. Por otra parte, Catalunya ha tenido un proceso de renovación de su estatuto, con el famoso cepillado, pero sobre todo con el no a un acuerdo económico que ha hecho que la calidad de, los servicios se hayan deteriorado, junto con declaraciones anticatalanistas desde Madrid, pues todo eso ha hecho que la población vaya por delante incluso de los partidos políticos. Nosotros estamos en otro proceso... Además, os catalanes tienen claro cual es el territorio que tiene que votar, en nuestro caso no sé si nosotros y Amaitur nos pondríamos de acuerdo, o si estaría de acuerdo el PSOE, o el PP. hay muchas diferencias entre Catalunya y Euskadi..., no sé qué puede suceder dentro de unos años porque todo depende de cómo vaya este proceso de renovación del estatuto vasco que ya se ha abierto en le parlamento vasco. Ahora la prioridad es reconocernos y concedernos capacidad de interlocución porque el terrorismo de ETA lo que ha hecho es abrir brechas entre unos y otros.

El terrorismo de ETA ha desaparecido prácticamente como preocupación en las encuestas del CIS. ¿La sociedad va por delante de la toma de decisiones para erradicar esa lacra?

Desde determinadas posiciones políticas se considera muy conveniente que se siga manteniendo el fantasma de ETA..., porque sirve para no afrontar otros problemas.

¿Se refiere usted al PP y al Gobierno de Rajoy?

Sí, claro, evidentemente...

...¿qué réditos sacan, a su juicio?

Has alimentado un discurso durante muchos años que cambiarlo ahora de la noche a la mañana..., bueno. Siguen teniendo mucho peso quienes alimentaron esa campaña... Hasta les salen propuestas electorales en los extremos. Mantener ese discurso, la verdad es que trasnochado porque no es la realidad, lo que les sirve es para mantener prietas las filas. Hay un interés político, claro.

¿Considera que Rajoy como presidente del Gobierno está capacitado para contribuir al proceso de desaparición de ETA?

Tiene los instrumentos, porque dispone de mayoría absoluta. El PSOE parece dispuesto a no entorpecer determinados movimientos. Y desde las fuerzas políticas vascas se le ha ofrecido la mano también y el lehendakari ha intentado conversar, dar ideas..., hay un ambiente de colaboración. Si además cuenta con esa mayoría absoluta, pues tiene los instrumentos para explicarle a la opinión pública española qué es lo que está pasando realmente. Pero creo que está pensando más en clave electoral que como estadista. Aquí se habla mucho de política de Estado pero muchas veces la hacemos los pequeños partidos.

¿Usted tiene un horizonte temporal para la disolución de ETA?

Depende en gran medida del Gobierno si sigue con su actitud para dar excusas a ETA con las que eternizar este teatro. Mucho no puede durar porque no es sostenible..., pero depende en gran parte del Gobierno.

Tras el fracaso del 'plan Ibarretxe' y el previsible portazo a la vía soberanista del Parlament de Catalunya ¿Cuál es la vía para encauzar el nacionalismo vasco?

La vía es el diálogo, sin líneas rojas por ninguna parte y con acuerdos para tener un árbitro neutral, ese es el objetivo, no me vale el Tribunal Constitucional...

...¿no es neutral el Tribunal Constitucional?

No, hombre, ¡cómo va a ser neutral!, ¿quién lo nombra? Si hasta hay jueces como Gómez Bermúdez que admiten que hay jueces que están al dictado de la política ¡cómo no lo voy a decir yo! En las resoluciones del Tribunal Constitucional se refleja la línea ideológica de quien ha propuesto a uno o a otro. Si no hay un acuerdo sobre eso pues la sociedad acabará interpretando e interiorizando que España no va a dar salida a su situación y entonces, si España no da una salida, pues habrá que buscar otra salida fuera de España, ¿no? Pero no estamos en esa fase, estamos en la de arreglarlo, pero para que pueda arreglarse algo hace falta que los dos se muevan. El pequeño, que es el pueblo vasco, siempre va a moverse y a ser flexible..., habrá que ver cual es la flexibilidad que da la otra parte. Y si no hay nada que hacer, si esto sigue igual, pues como puede que pase con Catalunya y como pasó con el mal llamado plan Ibarretxe pues bueno acabaremos interiorizando que ¡oiga!.... (hace un mohín y un ademán que indican desapego).

Dicen de usted que es una de las personas más influyentes en el PNV y que hay que seguirle la pista. ¿Su proyecto pasa por Ajuria Enea?

¿Proyecto?, yo no tengo ningún proyecto. Primero, de influyente nada y, segundo, mi generación es la que está a cargo de las ejecutivas del partido..., y una de las reglas en el PNV es que nadie de los que estamos en Madrid podemos tener otros cargos. Haré lo que me digan...

...esa respuesta es muy convencional

¿Sabe?, todos tenemos nuestra pequeña vanidad, pero si tienes objetivos personales y te dedicas a la política, malo. Pero le diré, ahora que se habla de listas, yo no querría ir ahora a Bruselas, ni pensarlo... (ríe).

Usted es doctor en derecho constitucional y profesor en la materia.¿El texto redactado en 1978 debe ser cambiado a trozos o de arriba abajo?

¡El texto de 1978 está ya cambiado!, ahora la Constitución no la conocería ni la madre que la parió (va bajando el tono al tiempo que hace una inflexión en la expresión). Se ha cambiado de facto a través de leyes orgánicas y de las interpretaciones que ha hecho el Tribunal Constitucional. La parte de derechos y libertades está bastante bien construida y resiste bien el paso del tiempo; lo que hay que cambiar es la parte dogmática, el concepto del Tribunal Constitucional, el Título VIII, sí creo que necesita un repaso grande.

Como docto en la materia, ¿Qué es lo primero que eliminaría?

El Título Preliminar, en concreto el artículo 2, ¿no?, con eso de `indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indisoluble ... ´ç

¿Y la disposición transitoria cuarta se llevará a cabo alguna vez?

Pues si hay una mayoría en Navarra que así lo solicita, sí.

¿Qué constitución le gusta más?

La británica, por su flexibilidad...

...bueno, es que no la hay, al menos en un texto unitario

(ríe abiertamente) Por eso, y en Nueva Zelanda tampoco. Pero la verdad es que sí existe y es lo primero que se estudia en el derecho constitucional. Me gusta la forma anglosajona de construir el derecho.

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