Este artículo se publicó hace 15 años.
"District 9", racismo intergaláctico en la ciudad de Johannesburgo
Con 100 millones de dólares recaudados en Estados Unidos, llega este viernes a las salas españolas "District 9", una película de ciencia ficción sobre la invasión de un grupo de alienígenas en la ciudad de Johannesburgo, producida por Peter Jackson y dirigida por el debutante Neill Blomkamp.
"La ciencia ficción me permite hablar de numerosos temas contemporáneos, no sólo de monstruos", ha explicado en Madrid Neill Blomkamp, que a sus 29 años ha revolucionado la taquilla americana con esta agria metáfora sobre racismo intergaláctico.
El realizador sudafricano considera su filme "un vehículo" con el que narrar "una historia de seres humanos". "Los extraterrestres son una metáfora que representa los estratos más bajos de la sociedad, despreciados y marginados", declara sobre un proyecto apadrinado por Peter Jackson -"El señor de los anillos"-.
En un ejemplo de narración hiperrealista, Blomkamp combina en "District 9" la estética del documental y de los medios de comunicación audiovisuales, en un movimiento de cámara que, con gran maestría, traslada al espectador al lugar de la acción: "Elegí estos géneros porque aportaban mayor realismo", ha expuesto el director.
Y realismo desprende esta historia en la que un millón de extraterrestres, enfermos, desnutridos y sin intenciones invasoras, llegaron a Johannesburgo hace veinte años rogando asilo. El tiempo los convierte no sólo en el chivo expiatorio de los problemas sociales, sino en objeto de deseo militar por su potente armamento.
El actor Sharlto Copley da vida en la película a Winkus van der Merwe, trabajador de una oscura compañía encargada de mediar entre humanos y alienígenas. Tras intoxicarse con ADN visitante, se convierte en el hombre más buscado del planeta, ya que las armas extraterrestres sólo funcionan a través de su código genético.
"Sharlto no había actuado antes, y lo hizo ahora porque es amigo mío", describe Neill Blomkamp sobre este intérprete, que ha aportado "un aspecto salvaje y agresivo" a "District 9".
Para su debut tras las cámaras, Blomkamp aprovechó los "recursos" que le ofrecía la capital sudafricana, de tal forma que "Johannesburgo marca el estilo de la película". De hecho, el "Distrito 9" se asemeja a Soweto porque el filme se rodó en una de sus márgenes: "Acababan de derruir un barrio de chabolas y lo aprovechamos", recuerda.
La desoladora imagen de Johannesburgo y sus conflictos racistas "no ha molestado en Sudáfrica", declara el director, sino que el recibimiento ha sido "muy bueno en general". "Supongo que ayuda el hecho de que, aunque se traten temas muy sensibles, se hace desde el entretenimiento", considera.
El neófito director, que califica de "muy problemática" su primera experiencia en la dirección, asegura que cambiaría "algunos detalles" de su cinta, pero se declara "muy contento" del resultado final: "Se acerca mucho a lo que había imaginado", sentencia.
Acerca de una posible continuación de "District 9", Blomkamp confiesa que "ya existen conversaciones", pero, de momento, tendrá que esperar "un par de años", ya que ha empezado a escribir el guión de una nueva película cuyo rodaje empezará "al regresar a Vancouver", ciudad donde reside desde los 18 años.
En un arranque de sinceridad, el realizador asegura que no le interesa "trabajar con estrellas" o convertirse en "un director famoso", sino que su "único objetivo" es ser "un director que trabaje con libertad, sin interferencias".
Blomkamp, admirador declarado de Robert de Niro, Sigourney Weaver o Daniel Day Lewis, no espera que "District 9" aspire al Oscar: "No creo que sea el tipo de película para ese premio, y tampoco tengo grandes expectativas al respecto".
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