Este artículo se publicó hace 16 años.
El DNA confirma la autenticidad de los restos del último zar y su familia
Los análisis de DNA han confirmado la autenticidad de los restos del último zar ruso, Nicolás II, y su familia hallados en 1979 y sepultados en 1998, anunciaron hoy expertos estadounidenses.
"Analizamos el DNA recogido de fragmentos de huesos, los comparamos con el código genético de los familiares de Nicolás II y llegamos a la conclusión de que la similitud es del 100 por ciento", aseguró Michael Coble, jefe del departamento de investigación del Laboratorio de Reconocimiento por ADN, según las agencias rusas.
Coble, que hizo estas afirmaciones durante una conferencia científica en Yekaterimburgo (Urales), añadió que los resultados de la investigación, que "superaron todas las expectativas creadas", ya han sido "entregados a los colegas rusos.
"Hoy se efectuará un análisis comparativo del esqueleto número 4 de la primera sepultura que pertenece a Nicolás II con el DNA extraído de la camisa ensangrentada del zar", apuntó.
Esa camisa, que se encuentra en el museo del Hermitage de San Petersburgo, es la que vestía el emperador ruso cuando sufrió un intento de asesinato en 1891 durante su visita a Japón, cuando aún no había heredado el trono.
Un policía nipón atacó al entonces heredero con una espada samurái, con la que le alcanzó en el cráneo, pero, milagrosamente, sin llegar a causarle heridas graves.
La jefa de la casa real rusa, la Gran Duquesa María Románova, residente en España, expresó en octubre a Efe sus reservas sobre la autenticidad de esos restos, al igual que la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Según los historiadores, Nicolás II y su familia fueron vilmente fusilados por los bolcheviques en Yekaterimburgo en la madrugada del 16 al 17 de julio de 1918.
Seguidamente, los bolcheviques decidieron enterrar por separado los restos -el zar, su esposa y tres hijas bajo un puente de madera, y los de la gran princesa María y el zarévich Alexéi, heredero a la corona, en un bosque cercano- para que, en caso de ser hallados, nadie vinculara esos restos con los de la familia real.
Los restos atribuidos al zar, su esposa y tres de los hijos fueron exhumados en 1991 y sepultados en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo en 1998, en presencia del entonces presidente ruso, Borís Yeltsin, y representantes de casas reales.
En agosto de 2007 arqueólogos rusos hallaron también los restos del zarévich Alexéi y la gran princesa María, y en julio pasado la Fiscalía anunció que los análisis de ADN confirmaron su autenticidad.
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