Este artículo se publicó hace 15 años.
Doce detenidos por estafar a empresarios seis millones de euros con billetes tintados
La Guardia Civil ha detenido a doce personas que se dedicaban a estafar cantidades millonarias a empresarios mediante el timo de los billetes tintados, y que han podido llegar a defraudar cerca de seis millones de euros.
Con esta operación, desarrollada en Madrid, Valencia, Sevilla, Pontevedra, La Rioja y Ávila, bautizada con el nombre de "Zepos", se han esclarecido hasta el momento 74 delitos.
Los detenidos, la mayoría de ellos de Camerún, hacían creer a sus víctimas que unas cartulinas de color negro se convertirían en billetes de curso legal.
Los estafadores se hacían pasar por compradores o inversores, se presentaban ante un empresario con distinguidos modales y ataviados con ropa y joyas de prestigiosas marcas.
En la entrevista aseguraban ser hombres de negocios y les decían que debido a los "conflictos" en sus países de origen, como derrocamiento de regímenes o problemas con guerrillas, huyeron a España llevando consigo gran cantidad de dinero en billetes, que tuvieron que tintar de negro para no ser descubiertos en la frontera.
Cuando ya tenían ganada la confianza de los empresarios, los delincuentes aprovechaban para pedirles dinero mediante una elaborada puesta en escena.
Les decían que necesitaban dinero en efectivo para adquirir los productos químicos con los que devolver a los billetes su color original y para que vieran como eran de efectivos les hacían una demostración.
Adquirían yodo para teñir billetes reales, líquido limpiador para lavar los billetes previamente ennegrecidos, jeringuillas, mascarillas y otros productos con los que hacer más creíble el engaño.
La demostración de la conversión de papeles negros en billetes la hacían en una habitación en un hotel de lujo, para dar apariencia de su "gran capacidad económica".
Allí, solicitaban al empresario un billete de curso legal, que introducían en un sobre o una bolsa, junto con dos papeles negros, que eran billetes reales tintados previamente.
Al cabo de unos minutos, abrían el sobre y con unos productos limpiadores limpiaban los billetes tintados, que "milagrosamente" se convertían, ante la sorpresa del engañado, en billetes de curso legal, lo que en realidad siempre fueron.
Mediante el engaño a través de la completa puesta en escena de los estafadores, el empresario aportaba una importante cantidad de dinero por el lote de cartulinas recortadas, pensando que todas ellas se convertirían mediante el mismo proceso químico en dinero de curso legal.
Las investigaciones comenzaron en julio de 2008, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de esta organización delictiva y de su "cabecilla", que residía en Valencia, desde donde controlaba las actividades ilícitas de los diferentes grupos establecidos en España y otros países europeos.
Las detenciones se han practicado en Madrid y Sevilla (tres en cada lugar); Vigo y Arévalo (Avila) (dos en cada sitio); y una tanto en Valencia, como en Logroño (La Rioja).
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