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Un documental muestra cómo unos payasos devuelven "la risa" a los niños palestinos

EFE

El documental "Diario de guerra de un payaso", que se estrenará en el festival "Docs Barcelona", muestra cómo unos payasos, en misión humanitaria en Palestina, "devuelven a los niños la risa robada por la guerra", según ha explicado durante una entrevista con Efe su realizador, Mikio Tsunekawa.

Actor chileno de origen japonés afincado en Barcelona, Tsunekawa es también periodista y ha realizado un documental que narra experiencias enternecedoras e impactantes en varias ciudades palestinas ocupadas y en la Franja de Gaza.

Rodado en los veranos de 2002, 2004 y 2005 por Tsunekawa, miembro de la ONG "Payasos sin Fronteras", el documental narra la historia de un grupo de payasos que actúa en campos de refugiados palestinos con imágenes rodadas por Tsunekawa.

Esas misiones tienen un solo objetivo: conseguir la sonrisa de cientos de niños palestinos en medio de la guerra, ha explicado el "periodista de formación y payaso de corazón", como se define.

"Los payasos -cuenta- éramos recibidos en comunidades a las que nunca iba nadie como si fuéramos artistas de éxito o futbolistas y, con nuestra nariz roja, tratábamos de que los niños se sintieran espectadores de una función de circo privilegiada".

Varios de estos momentos se muestran en el documental, en el que se mezclan los sonidos de risas con los de las bombas de fondo.

"Nos pasábamos el día con la sonrisa puesta, aunque por la noche nos dolía el alma", ha señalado el payaso-realizador, que con este documental cumple con la misión que le pedían en Palestina de "por favor cuente y muestre al mundo lo que está pasando aquí".

Los niños reaccionan "como cualquier niño, como si se riesen cada día, se impresionan mucho por ver algo que nunca han visto, se excitan muchísimo, a veces demasiado", ha contado.

La infancia en los territorios ocupados y en Gaza vive "con unos niveles terribles de pánico, terror y miedo", aunque "se defienden diciendo que no tienen miedo y también pasan hambre, tienen muchas carencias", ha recalcado Tsunekawa.

En el documental se reproducen imágenes de la Intifada y también de un juego terrible que practican en esos lugares los niños: "El juego de los mártires", en el que unos juegan a ser supuestos "hombres bomba" y otros supuestos "israelíes torturadores".

Juntos las imágenes de este juego macabro, el documental intercala otras de cascotes de granadas y de otros artefactos explosivos encontrados en el suelo.

Tres soldados israelíes adolescentes les interceptaron el paso en el Eretz Point, en la frontera de Palestina con Israel, "y pudimos entrar -ha relatado- negociando con que les haríamos magia, y de ellos arrancamos también risas".

"La experiencia nos ha demostrado que ellos (los soldados) también son chavales y pueden reirse y que los colocan en esos lugares tan peligrosos como carne de cañón".

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