Los síntomas de recuperación son lentos pero constantes. La economía española sigue cayendo, pero de un modo mucho más moderado: un 0,3% en el tercer trimestre del año, , lo que situó en el 4% el descenso en tasa interanual, según el indicador avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Lo cierto es que el dato, que supondría un grave varapalo en un contexto económico de bonanza, hoy se acerca más a un suspiro de alivio que a un traspiés. La economía sigue retrocediendo, pero consolida una tendencia al alza que se plasma con un dato que apunta al 0 y que es ocho décimas inferior al registrado en el segundo cuando cayó el 1,1%. Sin embargo, no hay que olvidar que el descenso anual, pese a que es dos décimas inferior al registrado entre abril y junio, es del 4%.

Según el INE, entre julio y septiembre la economía moderó su contracción debido a una contribución menos negativa de la demanda nacional y a la aportación positiva del sector exterior.

No obstante, la recesión sigue instalada en la economía española, que acumula cinco trimestres consecutivos de caídas, dato que deberá ser confirmado el próximo día 18 cuando se conozcan las cifras definitivas y detalladas de la evolución del PIB. La botella medio llena o medio.

Los datos publicados hoy por el INE mejoran en una décima las previsiones realizadas por el Banco de España en su último boletín económico, que apuntó que en el tercer trimestre se ha prolongado la debilidad del consumo de los hogares, aunque la caída es 'de forma inequívoca' menos intensa, del 4,9%, según sus cálculos.

En el tercer trimestre se ha prolongado la debilidad del consumo de los hogares

El consumo privado adolece todavía, añadió, de factores 'muy potentes' que lo reprimen, especialmente la destrucción de empleo y su repercusión en las rentas familiares y el 'negativo efecto riqueza' que provoca la bajada de los precios de la vivienda, el principal activo de los hogares.

La mejora de la economía va en línea con un contexto exterior cada vez más favorable, sobre todo, gracias a que algunos de los socios comerciales de España, como Alemania y Francia, han vuelto ya al crecimiento.