Este artículo se publicó hace 16 años.
"Bien educados pueden ser héroes"
Entrevista al presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Alberto Fernández Liria
El presidente de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Alberto Fernández Liria, no se cansa de repetir que la psicopatía no es un trastorno y que, por lo tanto, no es algo que traten los psiquiatras. No obstante, acepta ser entrevistado, sobre todo, para acabar con el mito del malvado enfermo y abrir los ojos ante una realidad espeluznante pero, apunta, muy minoritaria.
Si un rasgo característico del psicópata es que no siente remordimiento cuando comete un delito ¿no se podría definir así, por ejemplo, a un terrorista?
No. Lo que caracteriza a un psicópata es que no tienen sentimiento de culpa aunque sepa que algo está mal. Un terrorista no tiene remordimientos porque cree que lo que hace está justificado pero, si por ejemplo, le robara el monedero a su abuela, sí que los sentiría. El psicópata no lo hace en ninguna circunstancia.
¿Por qué se da más en los varones?
No hay una explicación clara. Pero parece que los comportamientos son distintos en el hombre y en la mujer cuando no tienen sentimiento de culpa. Mientras que la mujer tiende más a comportamientos seductores, como la histeria –que puede provocar pena o compasión en su interlocutor– el varón tiende más a la violencia. Esto puede deberse a la historia cultural de los sexos.
¿Es cierto que un 3% de la población es psicópata?
Esta es una de las clásicas cifras que se pueden ver en el DSM –el manual de diagnóstico más usado en psiquiatría– pero, a mi juicio, no es demasiado fiable. Podríamos llegar a ella si hablamos de personas con rasgos psicopáticos, pero esto incluiría a gente muy tolerante consigo misma, por ejemplo a alguien que ha robado alguna vez y se ha sentido contento. Pero si hablamos de gente que pueda hacer barbaridades como las de Austria, son casos rarísimos.
Si asumimos que la psicopatía no es una enfermedad, ¿qué se puede hacer con ellos?
Sobre eso sí hay estudios. Hay que destacar que las medidas nunca son terapéuticas sino que son educativas. Es importante que siempre sean complementarias al castigo ya que éste es un elemento fundamental. Pero otra vía de actuación es lo que se denomina comportamientos sustitutivos: ponerles a hacer cosas para que encuentren su beneficio personal sin tener que recurrir a la actividad delictiva. Sería una forma de sacar provecho a su comportamiento. Un ejemplo de rehabilitación exitosa en este caso es el de el Pera, el niño que robaba coches y luego dio clases de conducción evasiva a la guardia civil. Yo he leído a psiquiatras militares decir que, si no fuera por los psicópatas, no habría miembros en algunos cuerpos especiales del ejército. Bien educados, se pueden hasta convertir en héroes.
¿Se saben las causas de la psicopatía?
Hay estudios con gemelos hijos de psicópatas criados con padres distintos y parece claro que hay un componente genético y otro ambiental. Y que se necesita que se conjuguen los dos para que se den los comportamientos más violentos.
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