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EE.UU. y China concluyeron un diálogo "sincero y constructivo" sobre derechos humanos

EFE

Los Gobiernos de EE.UU. y China concluyeron hoy su primera ronda de diálogo sobre derechos humanos, la primera en dos años, en un clima "sincero y constructivo" en el que ambos mantuvieron sus diferencias pero acordaron continuar los contactos.

En una rueda de prensa para informar sobre las conversaciones, que se desarrollaron a puerta cerrada en Washington a lo largo de los últimos dos días, el cabeza de la delegación estadounidense, el secretario de Estado adjunto para Democracia y Derechos Humanos, Mike Posner, indicó: "planeamos seguir nuestros debates en una variedad de foros".

Entre ellos se encontrará la próxima ronda de este diálogo, que ambas partes han acordado celebrar en China el año próximo y que EE.UU. quiere convertir en una cita más frecuente.

Posner también citó un acuerdo para celebrar un "diálogo de expertos legales" y la posibilidad de debates sobre libertad religiosa y condiciones laborales.

A lo largo de los dos días de encuentro, la delegación estadounidense y la china, encabezada por el director general de Organizaciones Internacionales del Ministerio de Exteriores, Chen Xu, abordaron asuntos como la libertad religiosa y de expresión, así como la discriminación racial.

También se abordaron situaciones de individuos concretos. Posner citó en particular los casos del abogado Gao Zhiseng, defensor de los derechos humanos y desaparecido por segunda vez el 21 de abril, y del disidente Liu Xiaobo, condenado a once años de prisión el pasado diciembre por actividades subversivas.

El alto funcionario no quiso precisar más nombres, al considerar: "creemos que podemos ser más efectivos si continuamos esa conversación de manera privada" con las autoridades chinas.

Sí precisó que se abordaron casos de abogados que, como Gao, han visto cómo se les retiraba el permiso para ejercer por haber defendido a la secta Falun Gong, prohibida en China, o situaciones concretas en Tíbet o Xinjiang, la provincia de mayoría de población uighur.

Según Posner, "a medida que regularicemos estas conversaciones y las convirtamos en parte del diálogo habitual entre nuestros dos países, más posibilidades tendremos de conseguir éxitos".

En las conversaciones de hoy, admitió, ambas partes mantuvieron sus desacuerdos en algunas áreas.

No obstante, subrayó que "es señal de una relación madura entre nuestros dos países que podamos abordar nuestras diferencias de manera franca pero respetuosa, de manera honesta y detallada".

Las dos delegaciones abordaron también en profundidad la libertad de expresión, incluidas las restricciones a la prensa, a los escritores de blogs y a Internet.

"Claramente mantenemos verdaderas diferencias en esta área", admitió el alto funcionario.

No obstante, indicó que aunque el contenido de las conversaciones fue "directo", el tono siempre se mantuvo "respetuoso".

"En dos días no vamos a cambiar tremendamente ciertos puntos de vista o políticas importantes pero hemos sentado las bases para continuar estas conversaciones y las continuaremos", subrayó Posner.

Las conversaciones se celebran tras un acercamiento en las relaciones, que se enfriaron a comienzos de este año a raíz, entre otras cosas, de la reunión entre el presidente de EE.UU., Barack Obama, con el líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, y disputas sobre el uso de Internet, que acabaron haciendo que el buscador estadounidense Google abandonara China.

El diálogo, el primero que se celebra durante el mandato de Barack Obama, permaneció interrumpido entre 2002 y 2008 en protesta de Pekín a las críticas del Gobierno de George W. Bush sobre la situación de los derechos humanos en China.

Organizaciones como Human Rights Watch y Chinese Human Rights Defenders (CHRD) pidieron a EE.UU. que exigiera a Pekín compromisos concretos en la protección de los derechos humanos, después de que en los últimos años detectaran un retroceso en ese sentido en la República Popular.

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