EUU ha pedido a Israel que durante un año suspenda por completo las actividades de construcción en los asentamientos judíos en Cisjordania, según informa hoy el diario Haaretz. Así se lo solicitó recientemente el enviado estadounidense para Oriente Medio, George Mitchell, al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y al titular de Defensa, Ehud Barak, afirma el rotativo. La noticia resulta curiosa cuando el pasado mes de julio, el portavoz del Gobierno de Netanyahu, Mark Regev, aseguraba que Israel contaba con el visto bueno de EEUU para construir2.500 nuevas viviendas en el West Bank.

El enviado del presidente de EEUU, Barack Obama, argumentó que los países árabes no estarán por la labor de hacer gestos destinados a normalizar sus lazos con el Estado judío a no ser que vean como contrapartida que Israel deja de edificar en las colonias, uno de los principales escollos del proceso de paz en la región.

EEUU cree que un compromiso israelí en ese sentido facilitará que los países árabes, además de los palestinos, se presten a algún tipo de concesión.

La Autoridad Nacional Palestina (ANP), que preside Mahmud Abás, ha condicionado la reanudación de las conversaciones de paz con Israel -suspendidas desde enero- a que se detengan por completo las actividades en las colonias judías en Cisjordania y Jerusalén Este.

En esa parte de la ciudad, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro Estado, el desalojo de dos familias palestinas de unos inmuebles por las autoridades israelíes según una resolución judicial ha desatado una enorme crítica interncional.

El diario de Tel Aviv cita a destacadas fuentes israelíes que precisaron que Netanyahu y Barak no rechazaron la solicitud estadounidense, pero mostraron su desacuerdo sobre ciertos detalles. Entre otros, sobre el tiempo que Israel debe paralizar la construcción en las colonias, pues el Gobierno israelí sólo está dispuesto a interrumpirla durante seis meses.

Netanyahu tiene previsto entrevistarse con Mitchell el próximo 26 de agosto en Londres para una nueva ronda de conversaciones, y previsiblemente analizar la propuesta estadounidense.