Este artículo se publicó hace 15 años.
EEUU y Latinoamérica estrenan una nueva era
Los gobiernos más críticos con la Administración Bush aplauden el estilo de Obama en Trinidad y Tobago. A pesar de la buena sintonía hubo desacuerdos sobre Cuba y la declaración final
Los países latinoamericanos y su poderoso, y a menudo odiado, vecino del norte dieron ayer el carpetazo a los tiempos de relaciones envenenadas durante el mandato de George Bush. En la V Cumbre de la Américas en Trinidad y Tobago reinaba la armonía y el sentimiento general de que EEUU y el Sur acaban de entrar en una nueva era de relaciones más constructivas.
"Fue el inicio de un nuevo tipo de relación. Quedó en el ambiente una sensación de optimismo y de mucha esperanza", dijo la presidenta chilena, Michelle Bachelet, después de una reunión del UNASUR, que agrupa a los países de Suramérica, con Barack Obama, que precedió a la clausura.
Bachelet habla de un ambiente de "optimismo y mucha esperanza"El presidente estadounidense siguió la misma táctica con la que logró seducir a sus colegas europeos durante la gira por el viejo continente hace dos semanas. Sobre todo, mucha humildad. "Tengo mucho que aprender y muchas ganas de escuchar", dijo Obama al inicio de la cumbre.
La imagen más elocuente de esta nueva era fue el muy esperado encuentro entre Obama y Hugo Chávez. El presidente de Venezuela saludó a su homólogo el viernes por la noche con una frase en inglés: "I want to be your friend" ("Quiero ser tu amigo").
Ayer le obsequió con Las venas abiertas de América Latina, el célebre libro de Eduardo Galeano que critica la explotación que ha sufrido el continente durante 500 años. Mucha amabilidad, considerando que Venezuela expulsó al embajador de EEUU en 2008. "Hemos empezado a hablar con Obama y creo que hemos empezado bien", dijo Chávez.
La Casa Blanca considera que la pelota está ahora en el tejado de CubaNi siquiera el espinoso asunto del embargo contra Cuba pudo ensombrecer la buena sintonía que se respiraba en la isla caribeña. La mayoría de los líderes latinoamericanos instaron a Obama a levantar el castigo y establecer nuevas relaciones con Cuba, que estaba excluida de la cumbre. "Tal vez sea difícil para Obama, pero tiene la obligación de reparar un daño económico y un daño político a Cuba", dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales.
El gesto previo a la cumbre por parte de Washington el levantamiento de restricciones de viajes para los cubanoamericanos, el envío de remesas y el reconocimiento público de que la política de bloqueo ha fracasado había creado muchas expectativas. Pero en Puerto España no hubo más ofertas concretas hacia el Gobierno cubano. El Gobierno de Obama insistió ayer en que considera que la pelota está ahora en el tejado de La Habana.
El presidente Raúl Castro prometió el viernes a Washington un diálogo "en igualdad de condiciones" para hablar sobre "todo lo que quieran", incluyendo derechos humanos. Pero EEUU pide acciones concretas. "Esperamos con anticipación ver lo que Cuba está dispuesta a hacer", declaró ayer el portavoz de la casa Blanca, Robert Gibbs.
Cuba no fue la única prueba de que aún quedan muchas diferencias. Algunos países, como Bolivia, Venezuela o Ecuador rechazaron firmar la declaración final de la cumbre al considerar su contenido demasiado liberal. Un alto oficial de EEUU resumió la cumbre con cierta cautela: "En las próximas semanas juzgaremos si de verdad ha comenzado una nueva era".
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