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Eizaguirre y Aramendi fabricaban detonadores, según la policía francesa

EFE

Los presuntos miembros del aparato logístico de ETA Julen Eizaguirre y Ángela Aramendi, detenidos en julio de 2004 en el oeste de Francia, se dedicaban no sólo a comprar material para la banda terrorista, sino también a fabricar detonadores para explosivos, según explicó hoy un policía antiterrorista francés.

Eizaguirre y Aramendi se ocupaban de "la compra y la preparación de elementos electrónicos", señaló el capitán de la subdirección Antiterrorista (SDAT), Laurent Hury, en la segunda jornada del juicio contra esta pareja en el Tribunal Correccional de París.

Hury insistió en que, además de comprar material, los dos acusados se ocupaban también "del ensamblaje, lo que muestra una mayor capacidad operativa", y para sustentarlo aludió a los mensajes que se les requisaron de su relación con el entonces responsable de la electrónica de ETA, Íñigo Elizegui Erbiti.

El oficial antiterrorista reconoció, a preguntas de la abogada de la defensa, Xantiana Cachenaut, que no podía precisar el periodo durante el que trabajaron en la fabricación de dispositivos de activación retardada de artefactos, ni si lo hacían bajo las órdenes de Elizegui Erbiti.

Sí que aseguró que eran la única estructura del aparato logístico -se les conocía como "Zitzioiak" en el interior de la banda- cuando fueron detenidos que trabajaban en esa actividad.

Otro elemento en el mismo sentido lo aportó uno de los expertos judiciales que declaró ante el tribunal, que contó cómo entre el material informático requisado a Eizaguirre y Aramendi -un ordenador portátil, CD-Roms y disquetes- había ficheros con esquemas de montaje de temporizadores, de dispositivos de activación a distancia y un programa informático para fabricar cartas electrónicas.

"Conocían bien cómo se fabrican las cartas electrónicas", indicó este experto.

Hury comentó que, de acuerdo con un censo de noviembre de 2002, el aparato logístico de ETA contaba entonces con 61 miembros, pero que en los dos años siguientes perdió a un tercio de sus efectivos, entre ellos los dos que se sientan en el banquillo esta semana.

En esa última etapa, y hasta su captura en junio de 2004, la estructura logística la dirigió Félix Ignacio Esparza Luri -sustituto de Asier Oyarzábal- y, de acuerdo con la contabilidad aprehendida, en los nueve primeros meses de ese año tuvo un presupuesto de 167.000 euros, inferior al de años anteriores.

El oficial de la SDAT, que recopiló los fondos recibidos por Eizaguirre y Aramendi entre enero y julio de 2004 (más de 15.000 euros en total), subrayó que no podían "ignorar el origen fraudulento del dinero", procedente, según sus conclusiones, en más del 90% de la extorsión a empresarios vascos y navarros con el llamado "impuesto revolucionario".

Precisamente, uno de los cargos que pesan sobre los dos encausados es el de receptación de extorsión de fondos, es decir, el uso de dinero para sus fines a sabiendas de que procedía del chantaje a empresarios.

En la sesión matinal ambos reiteraron su negativa a contestar a ninguna pregunta del tribunal pero aprovecharon para lanzar mensajes políticos y ella se quejó de no poder ver al hijo que tienen en común más de un día al mes.

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