Este artículo se publicó hace 13 años.
Ejercicio en embarazo no previene la diabetes gestacional: estudio
Por Amy Norton
En un ensayo clínico,embarazadas que hicieron ejercicio durante la segunda mitad dela gestación no pudieron reducir el riesgo de desarrollardiabetes asociada con el embarazo.
Un equipo de Noruega halló que, tras indicarles a 855embarazadas hacer ejercicio tres veces por semana o seguirrecibiendo sólo la atención prenatal habitual, el primer grupono tuvo menos posibilidad de desarrollar diabetes gestacional.
Al tercer trimestre, al 7 por ciento del grupo tratado conejercicio se le había diagnosticado la enfermedad, comparado conel 6 por ciento de la cohorte de control.
Los resultados sorprendieron a los autores, dirigidos porSigne N. Stafne, de la Universidad Noruega de Ciencia yTecnología, en Trondheim.
Es posible, según dijo Stafne, que el ejercicio no tenga elmismo efecto en la diabetes gestacional que en la diabetes tipo2.
Y aun así, aseguró que existen motivos para que lasembarazadas hagan ejercicio moderado, como el estado de saludgeneral y mantener el aumento de peso dentro del rangorecomendado.
Se estima que hasta el 14 por ciento de las embarazadasdesarrollan diabetes gestacional, en la que los niveles deazúcar en sangre aumentan demasiado.
La condición suele desaparecer después del parto, pero elevael riesgo de sufrir de otras complicaciones del embarazo, comotener un bebé anormalmente grande, lo que impone tener un partopor cesárea. Además, aumenta el riesgo de desarrollar diabetestipo 2 más adelante.
En el estudio, publicado en Obstetrics & Gynecology, elequipo de Stafne le indicó a una parte de las 855 embarazadasparticipar de un programa de ejercicio supervisado, y a la otra,seguir recibiendo la atención prenatal tradicional.
Las participantes tenían entre 18 y 20 semanas de embarazo.El grupo que hizo ejercicio realizó una clase semanal, de unahora, durante 12 semanas, con ejercicios de fuerza yestiramiento. Se indicó también cómo hacer ejercicios en elhogar dos veces por semana.
Al final, el programa de ejercicio no influyó en el riesgode desarrollar diabetes.
Pero una obstetra ajena al estudio señaló que los resultadosno significan que el ejercicio no sea útil para las embarazadas.
Una observación clave fue que sólo el 55 por ciento delgrupo que hizo ejercicio cumplió con la rutina, según precisó ladoctora Rita W. Driggers, directora del Programa de Residenciasen Medicina Materno-Fetal del Hospital de Washington.
Lo que el estudio sí muestra es cómo cuesta que lasembarazadas hagan ejercicio de manera regular, comentó Driggers.Lo mismo ocurre con la población general. Sólo el 13 por cientohacía ejercicio de intensidad moderada a alta tres veces porsemana al ingresar al estudio. Y ese nivel de ejercicio es elque se les pidió que adoptaran.
Una explicación posible de los resultados sería, paraStafne, que empezar a hacer el ejercicio en el segundo trimestresea demasiado tarde.
"Podría ser que el ejercicio previo al embarazo y en elprimer trimestre sea más importante por los cambios metabólicosde los primeros meses de gestación", indicó.
Las participantes tenían bajo riesgo de desarrollar diabetesporque su peso al inicio del estudio era normal.
Según Stafne, en otro estudio sobre mujeres con sobrepeso yobesidad, un grupo de riesgo de la diabetes gestacional, losresultados podrían ser distintos. Por eso, se necesitan másestudios para determinar cómo reducir el riesgo dedesarrollarla.
FUENTE: Obstetrics & Gynecology, enero del 2012
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