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Elvira Lindo cree que a los niños "lo que más les gusta de Manolito es que es un igual"

EFE

La creadora de Manolito Gafotas y columnista de El País, Elvira Lindo (Cádiz, 1962), ha visitado por primera vez Navarra, donde ha participado en un encuentro con estudiantes de la Universidad Pública de Navarra y en una tertulia con el colectivo de mujeres Andrea.

En una entrevista con Efe, la escritora ha comentado que sus tiempos de Manolito le quedan lejanos, pero ha prometido que habrá una nueva entrega del personaje literario conocido en el "mundo mundial".

P: Vive entre Nueva York y España, ¿cómo lo lleva?

E.L.: A veces es lioso, pero también muy inspirador. Salir de España y ver las cosas desde otra perspectiva te hace más tolerante.

P: ¿En cuál de sus obras hay más de Elvira Lindo?

E.L.: Quizás en "Una palabra tuya" porque fue el último libro que escribí y siempre ha sido el más cercano a mí. Las personas vamos cambiando y cuando escribes siempre tienes barreras, pero con el oficio las vas salvando y aprendiendo más. Llegas al fondo de las cosas.

P: ¿Ha cambiado mucho desde Manolito?

E.L.: Personalmente no tanto, pero a la hora de escribir tienes más atrevimientos, vas ganando libertad con la experiencia porque al principio estás llena de miedos. Nunca sabes cómo saldrá el primer libro.

P: Le salió redondo.

E.L.: Escribí unos libros cuyo protagonista fue un niño, que fueron muy queridos por los niños, pero nunca esperé que fuera tan popular.

P: ¿Puede tranquilizar a los que están esperando una nueva de Manolito?

E.L.: A lo mejor, porque la serie se quedó inacabada. Puede que haga un último libro y acabe con la serie.

P: ¿Con los problemas de un Manolito ya adolescente o seguirá siendo un niño?

E.L.: Seguirá siendo un niño.

P: Dicen las malas lenguas que los niños de ahora no leen.

E.L.: Siempre hay niños lectores, nunca han sido todos los niños lectores, cuando yo era pequeña tampoco todos los niños leían. Yo creo que el problema ahora es más bien otra cosa. Tal vez de educación o de comprensión lectora, pero los que son lectores son muy lectores.

P: ¿Qué les atrae a los niños de Manolito?

E.L.: A los niños lo que más les gusta de Manolito es que es un igual. No es un superhéroe ni nada de eso, es alguien con quien te puedes identificar desde un punto de vista muy humano.

P: Ahora los héroes están de moda, pero Manolito lo estuvo sin tener superpoderes.

E.L.: Sí, pero yo no quiero que Manolito esté de moda, sino que sea un libro que se venda y se lea a lo largo del tiempo. Hay libros que son 'best seller', como Manolito, que lo fue, pero hay otros que traspasan la barrera del tiempo, se siguen leyendo y formando parte de la literatura infantil, que es a lo que yo aspiro.

P: ¿Cuántas veces le han comparado con J. K. Rowling?

E.L.: Muchas, pero no es comparable. Ni el tipo de libros que hace ni tampoco el fenómeno. Harry Potter es un fenómeno casi extraliterario. No tiene sentido la comparación, que no se haría con literatura de adultos. Creo que esto es por el desconocimiento que se tiene en este género, o tal vez por la simplificación.

P: Literatura, cine, radio, prensa...¿dónde se siente más cómoda?

E.L.: Me siento más cómoda con lo que hago en el presente, porque es lo que ocupa mi atención y creo que es lo que me gusta más. Lo que he hecho ha sido escribir para distintos géneros, distintos medios, pero en realidad escribir. Aunque a lo mejor soy amoldable y me amoldo al género para el que estoy escribiendo.

P: ¿Es difícil encasillarle?

E.L.: Creo que se me puede encasillar como escritora de literatura humorística. Sé que te encasillan pero procuro hacer en cada momento lo que me apetece.

P: Escribe tanto para los lectores del El País como para los niños, ¿le cuesta cambiar el chip?

E.L.: Creo que hay algo en común en todas las edades. No me gustan las masas, me gustan los individuos de uno en uno. Individualmente los seres humanos siempre tienen algo en común, los puedes tocar, puedes llegar al corazón o a su sensibilidad. Creo que aunque un niño con 10 años tenga menos conocimiento del mundo, su manera de sorprenderse y emocionarse es la misma que un adulto.

P: ¿Y en qué se diferencian?

E.L.: Los niños tienen menos en cuenta quién eres tú como personaje público, mientras que el lector de adultos está mucho más cargado de prejuicios y conoce más al autor.

P: Le recordarán como...

E.L.: Una persona que realmente tuvo un interés por la vida común y por el habla de la gente.

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