Rafael Ávila, el empresario de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) liberado ayer por la policía tras 16 días de secuestro, sufrió un grave maltrato psicológico durante su cautiverio, durante el cual siempre estuvo atado, incluso de noche.

En rueda de prensa en el complejo policial de Canillas, el jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), Ángel Galán, ha explicado que éste ha sido el secuestro más difícil de los últimos 20 años, hasta el punto que durante una semana pensaron que el empresario había sido ejecutado.

Galán ha criticado las filtraciones a la prensa tanto del propio secuestro como de la liberación del empresario, que han provocado que varios de los implicados estén en paradero desconocido.

La noticia del secuestro saltó a los medios de comunicación apenas 24 horas después de la captura de Rafael Ávila, lo que provocó, según el jefe de la UDEV, que los secuestradores dejaran de contactar con la familia al pensar que "les pisaban los talones".

"El derecho a la información tiene que tener límites, porque se ha puesto en peligro la vida de una persona", ha alertado Galán.

Una vez pasada una semana de incertidumbre, en la que se temió la muerte del empresario, los secuestradores enviaron a la familia una prueba de vida, una foto de Rafael Ávila mostrando un periódico.

Los detenidos en Sanlúcar eran los encargados de contactar con la familia del secuestrado a través de amigos, mientras el empresario permanecía en el chalet de Almonte maniatado día y noche, haciendo sus necesidades en una lata y en ocasiones sin recibir comida.

El chalet que estaba alquilado por los secuestradores contaba con importantes medidas de seguridad, lo que dificultó la entrada de los Geos que liberaron ayer al empresario,

Sobre el papel del presunto cabecilla de la banda, Luis Rodríguez Pueyo, Ángel Galán ha recordado que el ahora detenido era un estafador conocido con antecedentes por secuestro en 1990 y que utilizaba el nombre de su hermano ya fallecido para todas sus transacciones económicas.

En cuanto a otro de los detenidos, Raúl Brey, primo del presidente del PP, Mariano Rajoy, el jefe de la UDEV ha dejado claro que esta circunstancia es irrelevante para la investigación policial.

Sobre el resto de los apresados, Galán ha asegurado que algunos de ellos se unieron a la banda pensando que "sería fácil" a pesar de que no contaban con antecedentes y mantenían una vida normal.