Este artículo se publicó hace 13 años.
¿Enfermeras escolares pueden ayudar a jóvenes a dejar de fumar?
Por Genevra Pittman
Asistir a unas pocas sesionesde orientación con enfermeras escolares ayudó a estudiantessecundarios de Estados Unidos a dejar de fumar en el cortoplazo, pero no influyó lo suficiente como para que abandonaranel hábito definitivamente.
Entre 1.000 adolescentes que querían dejar de fumar, menosde uno de cada cinco dijo que no había fumado durante un año,independientemente si habían recibido orientación o panfletoseducativos.
"Es probable que algunas sesiones con una enfermera novayan a lograr todo", dijo Robin Mermelstein, experto encesación tabáquica del Instituto para la Investigación yPolíticas de Salud de la University of Illinois, en Chicago,quien no participó del estudio.
"La recaída es el problema más grande a cualquier edad. Losadolescentes son más vulnerables a la recaída", añadió.
El nuevo estudio, publicado en la revista Pediatrics,incluyó enfermeras de 35 escuelas secundarias de Massachusettsy a unos 1.000 adolescentes que dijeron que querían dejar defumar.
La mitad de las enfermeras recibieron entrenamiento paralas sesiones individuales de orientación con los estudiantes ypara establecer objetivos y resolver problemas, incluido unplan para dejar de fumar y evitar las recaídas.
El resto de las enfermeras entregaron folletos informativossobre cómo dejar de fumar y se ofrecieron a responder cualquierpregunta sobre el proceso.
Todas las enfermeras recibieron a los estudiantes en cuatrosesiones semanales, de entre 10 y 30 minutos.
A los tres meses, cerca del 11 por ciento de los niños querecibieron orientación había dejado de fumar, comparado con el6 por ciento de los que recibieron materiales educativos.
Y los que fijaron objetivos y controlaron su avance con lasenfermeras eran tres veces más propensos a decir que habíandejado de fumar que los varones del grupo de control.
Pero al año, no hubo diferencia en la tasa de tabaquismo,según el tipo de intervención recibida o la ayuda que le habíanproporcionado las enfermeras.
Entre el 13 y el 17 por ciento de los varones y las mujeresdijeron que habían dejado de fumar, sin importar si habíanrecibido orientación o no.
"Es importante haber logrado algún efecto a los tres meses,pero lo que queremos lograr es la cesación definitiva", dijo eldoctor Michael Siegel, experto en control del tabaco de laEscuela de Salud Pública de la Boston University, que noparticipó del estudio.
"La gran mayoría de esos niños no está dejando de fumar",agregó.
Lori Pbert, de la Escuela de Medicina de la University ofMassachusetts, en Worcester, y coautor del estudio, consideróque ampliar el programa de orientación con sesiones adicionalespodría ayudar a más adolescentes a dejar de fumar de una vezpor todas.
FUENTE: Pediatrics, online 17 de octubre del 2011
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