Un enfermo Federer dice esperar un milagro en Shangái

El tenista Roger Federer se quedó el miércoles esperando "un milagro" después de caer enfermo en medio de su batalla por el título de la Copa de Maestros, un torneo en el que es el primer cabeza de serie.

Pese a haber ganado el miércoles 7-6 y 6-4 su partido del Grupo Rojo contra Radek Stepanek, la derrota que sufrió el lunes el número dos del mundo ante Gilles Simon implica que si quiere conseguir su quinto trofeo de esta competición tiene que ganar a Andy Murray, que está muy en forma esta temporada.

Murray, número cuatro del mundo y que ha ganado tres de los cinco partidos que ha disputado contra el suizo, ha disfrutado de su mejor año en el circuito y aunque ya está clasificado para las semifinales, ha anunciado que el viernes saldrá a ganar.

"Supongo que tuve mucha suerte de que mi partido estuviera programado para hoy por la tarde, y además Radek no estaba jugando con su propia raqueta, así que eso lo hizo un poco más afortunado", dijo Federer a los periodistas.

"Al final sigo teniendo una oportunidad. Con un día de recuperación espero hacer que ocurra un milagro y pasar a las semis", añadió.

ESTÓMAGO REVUELTO

Lo último que necesitaba Federer, que ya estaba justo de entrenamiento, era la enfermedad que le afectó ayer tras perder ante Simon.

"Me desperté por la mañana y me sentía fatal", dijo. "El estómago muy revuelto y no pude ni entrenar".

"No salí de la habitación. Sólo estoy intentando superarlo de alguna forma. Habría sido imposible jugar ayer".

El suizo ha tenido una temporada decepcionante para su gran nivel, debido en parte a los problemas de salud.

Comenzó el año sufriendo mononucleosis, y hace dos semanas se retiró del torneo de Maestros de París por una lesión de espalda.

El tenista de 27 años, no se ha quedado fuera de ninguna de las seis Copas de Maestros que ha disputado antes de la fase eliminatoria.

El checo Stepanek sólo intervino en el torneo a última hora en sustitución del estadounidense lesionado Andy Roddick.