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ENFOQUE-Temor al VIH impulsa levemente lucha contra sida Africa

Reuters

Por Jon Herskovitz y Kate Kelland

Los mensajes de años decampañas contra el SIDA se están finalmente filtrando en lassombrías calles de Johannesburgo en las que profesionales delsexo ofrecen sus servicios.

Pero todo eso puede desvanecerse en un instante cuando uncliente ofrece un poco más de dinero para no usar un condón.

Al menos 5,6 millones de los 50 millones de habitantes deSudáfrica están infectados con el virus del SIDA, pero nuevosestudios muestran que tanto en el país como en otras partes delcontinente el temor a la enfermedad y el conocimiento de cómoprevenirla han empezado a cambiar los hábitos sexuales.

Y en algunos lugares incluso redujeron dramáticamente losíndices de infección.

"Si no te cuidas, estarás en riesgo. Si me contagio, seráculpa mía", dijo una trabajadora sexual que se identificó comoSarah.

Aún así, con alrededor de 14 millones de personas quereciben ayuda del Gobierno y un cuarto de la mano de obradesempleada, habrá otras personas que aceptarán recibir eldinero y correr el riesgo.

"Hay algunas mujeres que son forzadas a hacerlo sin unpreservativo. Si el cliente deposita una determinada cantidadde dinero sobre la mesa, algunas de ellas no pueden negarse",dijo la trabajadora sexual Dudzai.

El este y sur de Africa son las zonas más seriamenteafectadas por la epidemia del VIH.

Del número total de personas que en el 2009 vivían en elmundo con el virus de inmunodeficiencia humano (VIH) que causael SIDA, un 34 por ciento estaban en 10 países del sur deAfrica, según el programa de la ONU sobre VIH/SIDA (UNAIDS).

Los expertos dijeron que uno de los modos en que el VIH sediseminó por el sur de Africa fue a través de las relacionessexuales entre camioneros de larga distancia y prostitutas.

Sin embargo, los nuevos índices de infección del VIH hanestado cayendo recientemente en la región y en el Africasubsahariana, y la incidencia del VIH disminuyó un 25 porciento entre 2001 y 2009.

"Esperamos que esta disminución del 25 por ciento en losúltimos 10 años empiece a acelerarse", dijo en una entrevistacon Reuters el vice director de UNAIDS Paul de Lay.

"No está ocurriendo lo suficientemente rápido. Es unprogreso pero si sigue a este ritmo entonces nos enfrentamos aotros 40 a 50 años de esta epidemia hasta que baje a susniveles más bajos", añadió.

El cambio en Sudáfrica ha sido dramático.

Hace una década, el Gobierno depositaba su fe en aquellosque negaban que el contagio del VIH causara SIDA y financiaba acuranderos tradicionales quienes proponían el ajo y laremolacha como curas mientras negaban drogas probadas para eltratamiento.

Ahora, se entregan preservativos gratuitos en dependenciasdel Gobierno, las señales de TV están repletas de anuncios paraadvertir al público y el Estado ha destinado miles de millonesde dólares para tratamiento y la prevención.

Modernos clubes nocturnos ofrecen preservativos en lossanitarios y los estudiantes universitarios son muy diestros enmateria de sexo seguro, pero siempre existe el riesgo de que, amedida que el problema del VIH empieza a disminuir, el temor alSIDA también amaine y empiece a adentrarse el conformismo.

"Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos conesta epidemia es que sin una vacuna o una cura, necesitamosmantener el impulso de los programas de prevención en marcha.Estos tienen que ser constantemente renovados debido a lasnuevas filas de jóvenes que entran en conductas de riesgo cadacuatro o cinco años", dijo de Lay.

"CLIMA DE TERROR"

En la vecina Zimbabue, los investigadores han descubierto que el temor al contagio y un masivo cambio social han sidoresponsables por la enorme disminución en los índices de VIH.

En un estudio aparecido el mes pasado en la publicaciónPloS Medicine, investigadores británicos dijeron que laepidemia de Zimbabue era una de las peores del mundo hasta queel índice de personas infectadas con VIH se redujo a casi lamitad, de 29 por ciento de la población en 1997 a 16 por cientoen el 2007.

Simon Gregson, del Imperial College de Londres y uno de losinvestigadores del estudio, dijo a Reuters que pensaba queexistirían ciertos factores que podrían indicar por qué elcambio en Zimbabue había sido tan dramático, y por qué se habíadado antes que en otros países.

Zimbabue tuvo un problema importante en el inicio de laepidemia de modo que la concienciación sobre el VIH y el temoral SIDA fueron elevados.

"Zimbabue (además) se destaca por tener altos niveles deeducación y un sistema marital bastante fuerte. Puede ser quelos mensajes que promueven la fidelidad y ceñirse a una parejasean más fácilmente digeridos y convertidos en acción en unpaís como Zimbabue", dijo Gregson.

Mientras los activistas aplauden el éxito, su felicidad seve teñida de incertidumbre en cuanto a cómo mantenerlo.

De Lay apunta a lugares en occidente como Londres y SanFrancisco, donde altos índices de infección de VIH al comienzode la epidemia a fines de la década de 1980 se fuerondesvaneciendo.

En un reciente programa de la TV británica en el que se lepreguntaba a grupos de adolescentes sobre enfermedades detransmisión sexual, ninguno mencionó el VIH.

Y un estudio de Francia del año pasado encontró que entrelos hombres homosexuales, los índices de VIH estaban "fuera decontrol" a pesar de una caída general en el número de nuevoscasos de VIH en ese país.

"Lo que estamos viendo es una menor sensación devulnerabilidad, una menor sensación de cuan severa es laenfermedad. Y eso plantea un dilema sobre lo saludable delalarmismo", dijo de Lay.

"Podemos generar un clima de temor constante, pero al mismotiempo se debería tener un respeto saludable de la seriedad delasunto", añadió.

FATALISMO EN NIGERIA

Más al norte en el continente africano, en su nación másdensamente poblada, Nigeria, parece que lo que domina es elfatalismo y no el temor.

En Lagos, comerciantes de Obalende, un ruidoso mercado quevende todo desde bananas hasta motocicletas, dijeron haberadquirido una mayor conciencia sobre los peligros del VIH enlos últimos años. Pero eso no siempre afecta sus acciones.

"La gente está tomando conciencia. Están viendo cosas en TVy cuando van a los hospitales", dijo Mohammed Babaji, uncomerciante de 42 años que vende pequeñas parrillas parabarbacoa.

Babaji dijo que trataba de mantenerse fiel a su esposa yque algunos de sus colegas llevaban sus propias afeitadoras ala peluquería para evitar un posible contacto con sangreinfectada.

Sin embargo, todavía persiste una aversión a lospreservativos.

"Sé que se supone que debo usar preservativos paracuidarme, pero la mayoría de los jóvenes aquí no los usa porqueno disfrutan tanto", dijo Abdul Abdulkarim, de 25 años ysoltero, mientras promocionaba sandalias de cuero dispuestassobre una mesa de plástico.

"Los hombres aquí tienen muchas novias y contratan losservicios de prostitutas. No creo que los nigerianos le temanrealmente a la muerte", añadió.

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