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Entregados a las isobaras y a la ciclogénesis explosiva

Los presentadores del tiempo analizan el éxito y los retos de la información meteorológica

JORGE G. GARCÍA

Cuántas conversaciones en el ascensor comienzan con 'qué calor hace hoy' o 'pues no para de llover'. Es evidente que la información meteorológica ha adquirido gran importancia en la sociedad. Términos como isobaras, ola de calor, borrasca y gota fría se utilizan sin problemas en el día a día. Aunque internet posibilita conocer la predicción del tiempo en cualquier momento y a cualquier hora, los presentadores de televisión encargados de este espacio se han convertido en un símbolo de las propias cadenas, al igual que Mariano Medina cuando era el único hombre del tiempo en La 1.

El éxito de la información meteorológica radica en su utilidad. Ana Belén Roy, presentadora de La 1, tiene claro que es algo que afecta a todos en la vida diaria. 'La gente hace planes y está pendiente de lo que les decimos', asegura.

Roberto Brasero, de Antena 3, argumenta en la misma dirección: 'Es una información práctica y útil. Además, es una información cercana, de tú a tú'. Mario Picazo, de Telecinco, es más contundente: 'Los urbanitas somos devoradores de información del tiempo. Dependemos de las planificaciones', sentencia. Tanto es así que algunos espectadores no dudan a la hora de atacar a los propios presentadores. 'El otro día estaba nadando y se me acercaron en medio de la piscina para saber qué tiempo iba a hacer', cuenta entre risas Miriam Santamaría, presentadora del tiempo en La Sexta.

Este año, que el tiempo ha sido uno de los protagonistas de la información tanto por las constantes olas de frío como por la temible ciclogénesis explosiva, no es de extrañar que los espectadores quisieran conocer las predicciones meteorológicas segundo a segundo. Precisamente, la información en tiempo real es uno de los grandes retos. 'Aunque es costoso, echamos en falta más contenidos inmediatos', lamenta Florenci Rey, responsable del tiempo de Cuatro.

Para corregir esta ausencia de medios técnicos, los presentadores apuestan por utilizar la página de Meteoclimatic. Esta web está elaborada por aficionados que tienen una estación meteorológica en su hogar y vuelcan los datos en Internet. En el caso de Roy, su vinculación no es sólo profesional: 'Mi padre pertenece a uno de esos frikis. Gracias a él, puedo dar la información en tiempo real', dice entre risas.

El paradigma del consumo de las predicciones es EEUU. Weather Channel es uno de los canales temáticos más vistos y Santamaría no oculta su envidia. 'A primer hora de la mañana, es de los que más audiencia tiene. Se me cae la baba con el grafismo que usa', afirma. Otro de los avances que Picazo cree que serían útiles en España es el modelo estadounidense para convertirse en presentador del tiempo: 'En EEUU, tienes que tener un certificado de que has aprobado un examen de conocimientos y vocabulario meteorológico'.

Todos los encargados de la información meteorológica coinciden en que su labor tiene que aunar un lenguaje semitécnico con una buena comunicación. 'Nosotros no somos un colegio, pero la claridad y la sencillez permiten que la gente se familiarice con los conceptos', afirma Roy.

Brasero, por su parte, indica que la Agencia Estatal de Meteorología tiene jornadas formativas para ellos y que, aunque es una tarea difícil, 'a veces podría renunciarse a cierto rigor por la efectividad del mensaje'. Santamaría considera que es importante incorporar las palabras técnicas, 'pero lo que la gente quiere saber realmente es si ponerse un jersey o ir en tirantes'.

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