¿Quién es el entrenador del Madrid?

Guardiola pidió ayer públicamente disculpas por no asistir a la gala de la LFP, ni a la de Marca. En ambas, Pep fue elegido mejor entrenador de la pasada temporada. “Tenía trabajo que hacer”, dijo Pep, aunque cualquiera que le conozca sabe que la excusa fue, además, una evasiva.

Bastó con escuchar su posterior agradecimiento por los galardones recibidos para comprender la verdadera razón de su llamativa ausencia: “Espero dignificar mi profesión, pero esto es un juego en el que los protagonistas son los jugadores”. Eso sí, para cuando Guardiola se excusó, en algunos foros ya le habían llovido todo tipo de críticas por su desplante, falta de educación, rareza o misticismo.

Quien no tiene que inventarse excusas para evadir premios es Pellegrini. Si antes del descalabro de Alcorcón el chileno se mantenía en el puesto con respiración asistida –la que le suministra Valdano–, lo de anoche puede terminar en eutanasia. Claro que el ridículo de Alcorcón no es nuevo en el Madrid y, puestos a buscar culpables, no hay que mirar sólo al banquillo, sino también al campo y al palco. El modelo de Florentino se tambalea y Pellegrini está sentenciado. Es lo que pasa cuando dejas que te hagan la plantilla y luego pretendes hacer tú el equipo. Precisamente lo que Guardiola llama dignificar la profesión y Lillo, en el libro Culturas del fútbol, discierne entre ser entrenador o estar de entrenador. ¿Quién ES el del Madrid?