ENTREVISTA-Micheletti modera el tono tras amenaza a Brasil

Por Esteban Israel y Patrick Markey

El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, suavizó el miércoles su amenaza contra Brasil y dijo que no tomará "medidas adicionales" contra la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde está refugiado el derrocado presidente Manuel Zelaya.

El ministerio de Exteriores de facto dio el sábado un plazo de 10 días a Brasil para que decida si concede asilo a Zelaya o lo entrega a la justicia, irritando al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Pero en una entrevista con Reuters, Micheletti dijo el miércoles que la amenaza de tomar "medidas adicionales" una vez que se haya cumplido el ultimátum no fue consultada previamente con él.

"Ningunas medidas adicionales", dijo Micheletti en una sala del Palacio Presidencial que ocupa desde el golpe militar del 28 de junio, y que convirtió en estudio de televisión para atender la avalancha de periodistas llegados de todo el mundo para cubrir la peor crisis en América Central en décadas.

"No vamos a hacer en este país nada que pueda romper los tratados que tenemos internacionales", añadió, mientras un soldado con uniforme de combate y fúsil de asalto AR-15 observaba desde una esquina de la habitación.

Brasil dijo que no aceptaba el ultimátum de un "Gobierno golpista" y exigió que se respete la inmunidad de su embajada.

"Ellos pueden quedarse ahí todo el tiempo que quieran. Lo único que necesitamos nosotros es que se garantice de parte de Brasil que no le permita hacer una campaña política en su propia sede", dijo Micheletti, vestido con un traje oscuro y una corbata con los colores blanco y azul de la bandera de Honduras.

Zelaya cumplió el miércoles nueve días en la embajada, donde se atrincheró tras ingresar clandestinamente en el país.

CANAL ABIERTO

Micheletti dijo que mantiene un canal de comunicación abierto con Zelaya mediante un amigo común que visitó la semana pasada al derrocado presidente en la embajada de Brasil y luego vino a charlar con él.

"Yo no he escuchado otro intento de plática, pero él está en contacto con ellos (Zelaya)", dijo.

Consultado sobre si el canal sigue abierto, Micheletti dijo: "Abierto".

Aunque Zelaya y Micheletti coquetearon la semana pasada con un diálogo, la iniciativa chocó contra el obstáculo insuperable de la intransigencia en el pedido por la restitución del presidente derrocado.

Micheletti, que antes del golpe era presidente del Congreso, dijo que no pretende devolverle el poder a Zelaya ni aceptar una fórmula que lo incluya en una coalición.

"No, yo no tengo absolutamente nada en mis planes sobre ese tema", dijo.

Micheletti dijo que el Ejército que sacó al presidente de la cama a punta de pistola y lo expulsó del país actuó para defender la Constitución, que en su opinión Zelaya violó al organizar un referéndum con miras a su reelección.

CAMBIO DE POSICIÓN

Jugando con un anillo con un rosario, que, según dicen sus asistentes, fue bendecido por el papa Benedicto XVI, Micheletti asegura que Honduras sobrevivirá al aislamiento de la comunidad internacional.

"Sí podemos aguantar, aún con todos los descuentos que nos han hecho los organismos internacionales", dijo.

"Nosotros seguimos y podemos subsistir, tanto hasta las elecciones como pasadas las elecciones (...) El Gobierno ha planificado una austeridad absoluta para poder sostener esta situación económica", añadió.

Micheletti apuesta a que la comunidad internacional acepte el resultado de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre y eso permita dar vuelta la página en la peor crisis de Centroamérica en décadas.

El presidente de facto recordó con una sonrisa que en la Organización de Estados Americanos (OEA) no hubo el lunes consenso sobre las condiciones que impondrían a Honduras para aceptar el resultado de los comicios.

"Eso indica que hay unos países que se están dando cuenta del daño que nos están haciendo y hay una reflexión sobre el tema", dijo.