Este artículo se publicó hace 11 años.
Erdogan, acosado por la corrupción, cambia a 10 ministros
Las protestas ciudadanas prosiguen en varias ciudades porque querían que se fuera a casa todo el Ejecutivo
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha cambiado este miércoles a diez ministros de su gabinete, en reacción a la dimisión de los titulares de Interior, Economía y Urbanismo, involucrados en un escándalo de corrupción urbanística.
Erdogan anunció la nueva composición del gabinete tras una reunión de casi hora y media con el presidente, Abdullah Gül, apareciendo ante las cámaras visiblemente desmejorado y sin su habitual elocuencia.
Al mismo tiempo, en Ankara, Estambul y Esmirna arreciaban las protestas ciudadanas, que pedían la dimisión de todo el Ejecutivo.
La policía dispersó con gas lacrimógeno una protesta de cientos de personas en el barrio estambulí de Kadiköy, pero para el viernes se ha convocado otra gran concentración en Estambul.
Las horas de incertidumbre entre la dimisión y los nuevos nombramientos han mostrado que el escándalo ha dejado a Erdogan en entredicho incluso entre sus correligionarios, sobre todo después de que el titular de Urbanismo, Erdogan Bayraktar, le acusara de compartir responsabilidades y le sugirió que dimitiera también.
Entre los nuevos nombres no se halla ningún peso pesado del AKP, el partido en el gobierno, excepto Bekir Bozdag, hasta ahora viceprimer ministro y ahora transferido a Justicia.
Mevlüt Çavusoglu, entre 2010 y 2012 presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, será el nuevo titular de Asuntos Europeos, en reemplazo de Egemen Bagis, hasta ahora uno de los ministros más influyentes del gabinete.
También cambian los titulares de Familia, Transportes, Infraestructuras y Ciencia, y se nombra un nuevo viceprimer ministro, un total de diez cambios sobre los 25 cargos ministeriales.
El escándalo de corrupción supone un duro golpe al gobierno, cuando faltan sólo tres meses para las elecciones locales, fijadas para el 30 de marzo.
Tras la dimisión de tres ministros por su presunta implicación en la trama, después de ser detenidos sus hijos la semana pasada, Erdogan declaró que el escándalo es resultado de un "complot internacional", cuyo objetivo es hundir la economía nacional. "Estamos ante un ataque, no ya a nuestro partido, el AKP, sino a toda la nación, un complot obvio, una maquinación", aseguró el primer ministro islamista en Ankara ante los presidentes de los consejos provinciales en un discurso transmitido por la cadena NTV.
Asemejó la investigación judicial a las protestas populares de Gezi en verano pasado, que calificó de "evidente traición". "Es una conspiración internacional", abundó, señalando como motivos el deseo del "lobby financiero" de subir los intereses bancarios en Turquía y la envidia provocada por la prevista construcción del tercer aeropuerto más grande del mundo en Estambul.
Denunció que "los 9 días de investigación judicial han causado daños de 20.000 millones de dólares a las empresas turcas", al caer la Bolsa, y 1.625 millones al banco público Halkbank, cuyo director está entre las 24 personas en prisión preventiva.
El jefe del Gobierno no respondió al desafío de su ya exministro de Urbanismo Erdogan Bayraktar, quien le sugirió hoy que dimitiese también, por su papel de supervisor de los proyectos urbanísticos cuestionados.
Erdogan lanzó un guante a "las bandas" que "operan en Turquía bajo el manto de la religión", en obvia referencia al movimiento del predicador exiliado Fethullah Gülen, cuyos seguidores son numerosos en la Judicatura.
El primer ministro, fundador y líder del partido islamista AKP, concluyó su discurso con la petición de "no maldecir sino rezar".
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