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El escritor Victoriano Crémer, de 102 años, revela su faceta pictórica

EFE

El poeta, novelista y ensayista Victoriano Crémer, de 102 años, ha revelado su faceta pictórica con una selección de lo que ha dado en llamar "sus garabatos", de trazo geométrico, colores estridentes y que, en palabras del escritor Adolfo Alonso Ares, "rozan el mundo de la abstracción".

"Ha dicho tantas cosas a lo largo de su vida, que ahora parece querer decir otras de una forma intencionadamente ininteligible, que no significan nada o no ha querido explicarlas. Simplemente las ha llamado garabatos", ha explicado hoy a Efe Adolfo Alonso Ares, comisario de la próxima exposición que conformarán esos dibujos.

Será en Burgos, a partir del 26 de diciembre, en el Palacio de la Isla, sede del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, donde se podrá contemplar por vez primera la obra gráfica de Crémer, recientemente galardonado con el Premio Gil de Biedma de Poesía por su libro "El último jinete" (2008).

En la misma línea que otros poetas como José Hierro en los últimos años de su vida, Francisco Pino con sus 'poeturas' o Rafael Alberti con sus 'líricografías', el centenario escritor leonés se estrena ahora con cerca de una treintena de pequeños dibujos y trazos simbólicos rotulados en tinta roja, verde y amarilla.

"Son cuadros actuales porque queremos presentar al Crémer contemporáneo, que con 102 años gana el Premio Gil de Biedma, escribe una columna en Diario de León y sale de casa a diario", ha señalado el comisario de "Manuscritos y Garabatos", una exposición organizada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y que permanecerá en su sede de Burgos hasta el 26 de febrero.

Abundan los círculos y cuadrados incompletos, cerrados o a medio abrir y con trazos en su interior que trasladan la percepción "de ebullición, de movimiento", y que, "como una metáfora de lo que ha sido su vida, bien pueden considerarse como una ruptura, una señal de rebeldía obsesiva", ha manifestado por su parte el escritor Gonzalo Santonja, director del Instituto de la Lengua.

Así lo hizo Crémer, nacido en Burgos y afincado desde niño en León, cuando durante la primera posguerra civil fundó en esta capital la revista literaria "Espadaña" como cauce expresivo de la poesía desarraigada, social e incluso existencial que protagonizó un grupo de poetas del momento.

Los dibujos se acompañarán de una selección de textos manuscritos, principalmente poemas y algunos inéditos de Victoriano Crémer, quien antes de dedicarse de lleno a las letras voceó periódicos, ofició como mancebo de botica, ejerció de tipógrafo y desempeñó como en la actualidad el periodismo.

Entre "Nuevos cantos de vida y esperanza" (1951) y "El último jinete" media toda una obra no sólo poética sino también dedicada al ensayo y a la narrativa.

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