Eslovaquia elige el sábado presidente, un cargo principalmente simbólico, en una votación considerada como una prueba de apoyo para el primer ministro, Robert Fico, un año antes de los comicios parlamentarios.

Fico ha apoyado al actual mandatario, Ivan Gasparovic, quien contaba con una gran ventaja en los sondeos de opinión pero se enfrentaba a un fuerte desafío por parte de la candidata de la oposición, Iveta Radicova. La votación comenzó a las siete de la mañana y terminará a las diez de la noche.

Los sondeos sugerían que ninguno de los candidatos obtendría más del 50 por ciento de los sufragios, necesarios para ganar en la primera ronda, y que los favoritos irán a una segunda ronda el 4 de abril.

Fico, quien llegó al poder en 2006 con la promesa de ayudar a los más pobres, ha trabajado para apuntalar el papel del Estado en la economía.

El primer ministro amenazó con nacionalizar activos extranjeros en las empresas de servicios públicos si éstas aumentaban demasiado sus precios por los suministros de gas y la electricidad.

"La elección será un espejo del estado de la sociedad", dijo Grigorij Meseznikov, líder del Instituto de Asuntos Públicos, un grupo de expertos. "El Gobierno verá la reelección de Gasparovic como una confirmación de su poder político", señaló.

Fico, el político más popular de Eslovaquia, asumió un papel activo en la campaña de Gasparovic, y apareció con él en decenas de anuncios publicitarios en todo el país del centro de Europa de 5,4 millones de habitantes.