España, Brasil y Argentina comienzan con derrota

España, Brasil y Argentina comenzaron con derrota su participación en la Copa del Mundo de voleibol y sólo Puerto Rico salvó el honor de los equipos iberoamericanos, al ganar con total solvencia su compromiso contra Egipto.

La gran sorpresa de la primera jornada de la Copa del Mundo fue la protagonizada por Brasil, no ya por la derrota sino porque fuera por un claro y rotundo 0-3.

Brasil, actual campeón olímpico y mundial, además de todavía vigente campeón de la Copa del Mundo entre otros galardones, era y es el gran favorito, pero con la derrota ante Estados Unidos ha regresado al mundo de los mortales.

La ausencia de Ricardinho, el designado mejor jugador en la última fase final de la Liga Mundial, que también ganó Brasil dicho sea de paso el pasado mes de julio en Katowice (Polonia), puede ser una de las claves de esta selección a la altura del resto y no en un plano superior, como hasta ahora.

Ricardo García, hijo de español, se peleó con su seleccionador y de ahí su ausencia del mejor equipo mundial de los últimos años.

España tampoco tuvo su día. La vigente campeona de Europa se estrelló contra una selección búlgara que hizo del saque y el bloqueo su mejor virtud. Con un servicio letal, Bulgaria consiguió que España no pudiera desplegar su juego y que bastante tuviera con levantar el balón en las mínimas condiciones posibles.

Con el bloqueo, paró en seco el posible ataque de los españoles, que se empecinaron en intentar atravesar el muro, en vez de flanquearlo.

Argentina, por su parte, fue un juguete en manos de los rusos, que hicieron y deshicieron a su antojo, sin que en ningún momento pudieran entrar a jugar para tener alguna opción de victoria.

La única selección que salvó el honor de los equipos iberoamericanos fue Puerto Rico, que ganó con suma facilidad a Egipto por un meridiano 3-0. También hay que decir que fue el único equipo que contó con un rival de inferior nivel y, por tanto, habrá que esperar a posteriores enfrentamientos para poder calibrar el verdadero potencial de los boricuas.

Mañana, la competición no da treguas a nadie y sin tiempo para celebrar victorias, ni lamerse las heridas de la derrota todos los participantes vuelven a competir.